Bernardo Silva, centrocampista de 28 años, no fue protagonista en lo deportivo en el claro triunfo del Manchester City contra el Bournemouth (4-0), partido de la segunda jornada de la Premier League en el que fue suplente, entrando en el 65′ por Ilkay Gundogan. Tuvo más repercusión lo que sucedió cuando acabó el encuentro. El portugués se fue el último del césped tras acercarse a los dos fondos detrás de las porterías y a las dos bandas laterales para aplaudir a los aficionados. Lo hizo además sin camiseta al regalársela a un seguidor y enfiló por fin el camino de los vestuarios ovacionado por los presentes.
Pretendido por el FC Barcelona, todavía con días de mercado por delante para cerrar su incorporación por unos 85 millones de euros, si no fue una despedida del Manchester City se pareció mucho. Tendría lógica porque el equipo de Pep Guardiola visitará al Newcastle el domingo 21 de agosto, visitará al Barça el miércoles 24 en el partido para recaudar fondos contra la ELA y no vuelve al Etihad Stadium hasta el sábado 27 contra el Crystal Palace.
Bernardo claps all four stands, then goes to give his shirt to a fan. Last off the pitch. #mcfc pic.twitter.com/Bg0uezEaMA
— Joe Bray (@_joebray) August 13, 2022
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Ese día, si el Barça ha vendido ya como desea a Frenkie de Jong al Chelsea o al Manchester United por la misma cantidad, unos 85 millones, Bernardo Silva ya debería vestir de azulgrana. En lo personal, lo tiene todo acordado con el Barça a falta de la firma entre clubs.
Bernardo Silva lleva en el Manchester City desde 2017, siendo uno de los jugadores más queridos por la afición por su calidad futbolística. Si se va, la aparente despedida de este sábado tendría sentido. Quiere salir bien de un club al que aprecia y en el que ha explotado.