Familias que forman la comunidad autónoma zapatista Nuevo San Gregorio, del municipio autónomo Lucio Cabañas, dieron a conocer que viven bajo ataques armados que provienen de un grupo de 40 personas que buscan despojarlos de poco más de 150 hectáreas de terreno.
La zona en disputa forma parte de las tierras que en 1994, grupos campesinos integrantes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) recuperaron de manos de terratenientes, en esta región ubicada en la zona selva.
Las comunidades zapatistas han vivido estrategias para desarticular su movimiento, y de acuerdo a lo que documentaron observadores y defensores de derechos humanos, entre ellos el Centro Fray Bartolomé de las Casas, en los meses recientes se agudizaron las agresiones armadas contra la comunidad Nuevo San Gregorio.
Esta comunidad es significativa para el EZLN, porque ahí se mantienen los procesos organizativos para crear y sostener el trabajo colectivo de la milpa, el frijolar, el trigo, proyectos de alfarería de las mujeres, una cooperativa de artesanías, una tienda colectiva y carpintería; así como procesos de salud y educación autónoma, todo desde su propio sistema de autogobierno paralelo al Estado mexicano.
Contra esta comunidad se organizó un grupo de pobladores beneficiarios de programas económicos del gobierno federal y estatal, que buscan quitarles la tierra y manantiales a las familias zapatistas.
Esto ha provocado, de acuerdo a la denuncia que las familias zapatistas hicieron llegar a través de observadores y centros humanitarios, ha dificultado el acceso al agua y la siembra de cultivos, ocasionando la falta de alimentos básicos.
Los zapatistas explicaron que ellos propusieron al grupo agresor que se quede con la mitad de las tierras, a lo que se han negado, y por el contrario, intensificaron las agresiones y amenazas sexuales y físicas contra las mujeres zapatistas.
Las amenazas, señala el centro humanitario San Bartolomé, han alcanzado a los integrantes de este organismo y a observadores internacionales, quienes han decidido retirarse de la zona, a fin de salvaguardar la vida.
El Centro Fray Bartolomé explicó que en todo el territorio donde hay bases de apoyo del EZLN se han incrementado las amenazas por parte de grupos armados.
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