¿Se puede comer la mantequilla si está caducada?

La mantequilla es un alimento bien conocido en todo el mundo, que se elabora con grasas lácteas y agua. Una de las preguntas que todos nos hemos planteado alguna vez sobre la mantequilla es si se puede comer caducada, y a continuación damos la respuesta.

Por sus características químicas y físicas tiene una gran resistencia a la contaminación bacteriana. Teniendo esto en cuenta, podemos mantener la mantequilla a temperatura ambiente durante varios días sin que las bacterias proliferen en ella. Ahora bien, es muy probable que el sabor se vez afectado porque las grasas se oxidan.

Además de porque el sabor se pone rancio y desagradable, hay otra razón por la que la mantequilla siempre hay que guardarla en la nevera. Absorbe los olores fuertes de su alrededor, así que debe estar en un recipiente hermético dentro del frigorífico.

Las partes de la mantequilla expuestas al aire y a la luz, suelen tener un tono más amarillento. Estas zonas se deben evitar no porque vayan a causar un problema de salud, sino porque su sabor es rancio. En este caso, es tan sencillo como retirarlas, porque el resto de la mantequilla se puede comer.

Mantequilla caducada: ¿Se puede comer?

Lo primero y más importante es diferenciar entre la fecha de consumo preferente y la fecha de caducidad. Según explica la la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), los alimentos no se deben consumir una vez pasada la fecha de caducidad, pero sí se pueden ingerir, durante un determinado periodo de tiempo, cuando pase la fecha de consumo preferente si están bien conservados.

La mantequilla es un derivado lácteo con un contenido graso en 80%. Es precisamente esta grasa la que actúa a modo de conservante natural y hace que permanezca por mucho tiempo en buen estado.

Por lo tanto, la mantequilla no caduca una vez llega la fecha de consumo preferente que aparece en el envase, aunque se puede estropear si la conservación no es la adecuada.

Es difícil que se genere moho en ella, aunque no imposible. La forma más fácil de reconocer que la mantequilla no está en buen estado es el olor a rancio. Además, la textura suele ser líquida.

La mantequilla «caducada» se puede comer uno o dos meses tras la fecha de consumo preferente. Antes de ingerirla o utilizarla para una receta, hay que observar el olor, la textura y el color. Ante la más mínima sospecha de que no está en buen estado, lo mejor es tirarla.


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