A estas alturas todas tenemos muy claro la importancia de utilizar una crema solar adaptada a nuestro tipo de piel para protegernos de las agresiones solares. Ahora bien, ¿podemos utilizar la misma para la cara y para el cuerpo? Lo cierto es que no, tal y como indican los dermatólogos.
Tipo de piel
La piel de la cara y la del resto del cuerpo presentan diferencias notables, no tienen las mismas características. La piel del rostro es muchísimo más sensible, sobre todo en la zona del contorno de ojos. En cambio, la piel del resto del cuerpo es más resistente.
Este es el principal motivo por el que debemos utilizar una crema solar para la cara y otra para el cuerpo. Aunque la piel sea de un tono oscuro, siempre hay que protegerla con un SPF superior a 30, incluso en los días nublados. De lo contrario, los daños a medio y largo plazo pueden ser muy dañinos para la salud: cáncer de piel, aparición de manchas solares en el rostro…
Parabenos y fragancias
Aunque esto es algo que muchas personas no saben, los protectores solares para el cuerpo son más oleosos que los formulados para el rostro. Además, contienen más fragancias y parabenos, así que podrían dañar el pH de la piel de la cara.
Crema solar para el rostro
A la hora de elegir la crema solar para el rostro es esencial tener en cuenta el tipo de piel: normal, mixta, grasa o seca. Pues bien, si es seca o normal, lo más recomendable es utilizar un protector en crema. Mientras, si es grasa o con tendencia acneica, mejor utilizar una crema con textura gel.