Pau Gasol deja la selección; su hermano Marc, también. “Se va una leyenda, no del baloncesto español, sino del deporte mundial”, resumió el seleccionador Sergio Scariolo. A sus 41 años, tras haber regresado al baloncesto en abril una vez superada la grave lesión que sufrió, Pau cumplió el sueño de competir por quinta vez en unos Juegos Olímpicos. El final no fue el colofón deseado. Otra vez perdió España ante Estados Unidos y él apenas jugó seis minutos, y falló su único tiro. Pero nada puede empañar la extraordinaria carrera del jugador en que se basó el extraordinario cambio del baloncesto español. Con él se ha vivido la edad de oro y de medallas, de competitividad asegurada.
Tranquilo, pero con la voz ligeramente quebrada, desde el otro lado de las vallas que marcan el metro y medio de distancia que rigen por las normas contra la covid, Pau explicó: “Ha sido un momento muy especial, el último partido. No ha sido como hubiera deseado pero eso no quita mérito a todo lo que hemos conseguido durante estos años. Estoy orgulloso y agradecido. Dejo la selección y ahora intentaré desconectar, estar con mi familia y con mi hija. Toca hablar con mi familia para ver si merece la pena seguir jugando al baloncesto o si debería dar un paso a un lado y buscar otros desafíos”.
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Pau deja la selección con 11 medallas, cuatro de oro, las de los Europeos de 2009, 2011 y 2015, y la del Mundial de 2006, precisamente en Saitama, en el mismo pabellón donde pone punto y final a su carrera. Suma 216 partidos con la selección absoluta, con la que debutó el 15 de agosto de 2001.
El pívot de Sant Boi puso de relieve los momentos de dificultad que vivió durante el proceso de recuperación de su lesión. “Poder jugar después de lo que he pasado ya era un gran éxito”, dijo. “Ha sido mucho trabajo solo, mucha incertidumbre. Desde que volví a jugar con el Barça a este mes con la selección. No puedo estar más orgulloso”. No quiso ahondar más en el análisis que merece una carrera tan larga y con tantos éxitos. “Ya habrá tiempo de mirar atrás y ver lo que hemos hecho”, apuntó. “Ahora estoy dolorido por la derrota. Ganar a Estados Unidos habría sido extraordinario. No hemos tenido la suerte que se necesita para poder avanzar en un torneo”.
“Una maravillosa atracción”
La retirada de Pau era ya sabida. No tanto la de Marc, como sucede a menudo un tanto eclipsado por la enorme dimensión de su hermano. El jugador de los Lakers también deja la selección. Tiene 36 años y debutó precisamente en Japón, con ocasión del Mundial que ganó España en 2006. “Son días de mucha emoción”, empezó Marc. “Es el momento de bajar de la maravillosa atracción en que nos montamos hace 15 años. Es el momento de que los jóvenes tomen el relevo y que también disfruten de esto. Han sido 15 años de mucho esfuerzo y de mucho éxito. He disfrutado con la experiencia, pero es el momento de dejarlo”.
Scariolo dijo sentirse un privilegiado por haber compartido el vestuario con los hermanos Gasol. A Pau lo sufrió primero como rival, cuando era el entrenador del Real Madrid al que Pau arrasó el año de su eclosión con el Barcelona en la temporada 2000-2001, poco antes de que iniciara su larga carrera en la NBA. “No podía ni soñar años como estos. Y al mismo tiempo, estamos preparados para seguir compitiendo con su legado. Ojalá los jugadores jóvenes aprendan de ellos. Es difícil aprender cualidades para jugar, pero además, ellos han sido lo suficientemente inteligentes para aprender a competir. Y esta es la parte de esta historia que realmente les hace leyenda, no solo para el baloncesto español sino para el mundo del baloncesto. Los echaremos de menos”.
El técnico de Brescia argumentó el motivo por el que no hizo jugar a Pau en los últimos minutos. “Hubiera sido una falta de respeto. Se merece lo mejor. Con ese ejemplo, ese liderazgo. Con humildad y con una capacidad de hacer cosas e intentar hacer cosas que casi nunca había hecho, seguramente porque no lo necesitaba por su grandísimo talento. Solo podemos tener respeto y admiración para Pau. Y para Marc, más de lo mismo. Ha intentado todo y de todas formas posibles. Siempre y durante todos estos años. A veces con un rol más protagonista. A veces, con un rol menos protagonista. Pero siempre siendo un pilar de este equipo y, sobre todo, un pilar de la mentalidad competitiva de este equipo”.
El seleccionador aceptó como algo obvio que se acaba una etapa y dijo estar preparado para el nuevo ciclo. “Estamos preparados y llevamos tiempo trabajando en ello. El proceso lleva tiempo en marcha, con ideas claras sobre cómo seguirlo. Pero también estamos preparados para mantener una competitividad que ha ido más allá de lo que cualquiera podía haber esperado durante todos estos años. Eso es otra cosa. Eso tenemos que demostrarlo. Los que llegan, los que seguimos… Todos. Habrá que entender el nuevo rol, la nueva forma de competir del equipo; de jugar. Y es un reto para todos”.
Jorge Garbajosa, presidente de la federación española y excompañero de Pau y Marc en la selección, considera ejemplar la carrera de ambos. “Cuando intentas transmitir a los jóvenes lo que es competir con la camiseta de la selección, yo directamente me callo, les pongo sus carreras, su legado y sobra y basta. Dicen que como eres fuera se refleja en la cancha, pero la cancha no ha sido todo lo justa, y mira que han sido buenos en la cancha. Son ejemplos de vida, de coherencia y lealtad a sus valores y a los valores que representan. Sigo aprendiendo de ellos. Cada día te dan una pequeña lección de vida”, concluyó Garbajosa, el mismo que siendo jugador ganó con la selección y junto a los hermanos Gasol el Mundial de 2006 precisamente en la misma cancha, la de Saitama, donde este martes pusieron punto y final a sus carreras con el equipo nacional.
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