El fútbol tiene cosas como que un equipo que lleva sin ganar en su liga más de tres meses derrote al líder de la misma cuando éste solo ha perdido 1 de 19 encuentros disputados. Eso es lo que sucedió este sábado en Goodison Park, con el Arsenal como damnificado y el Everton como vencedor. Y aconteció con un factor muy a tener en cuenta: que el cuadro ‘toffee’ estrenaba técnico.
Tras la destitución de Frank Lampard, el Everton ha ido a parar de las manos de Sean Dyche, y el que fuera entrenador del modesto Burnley durante una década no pudo tener mejor debut. La visita del Arsenal hacía presagiar que en esta ocasión no se cumpliría aquello del ‘entrenador nuevo, victoria segura’. Pero sí, el Everton ganó y lo hizo con total merecimiento ante un Arsenal que, más que desdibujado por sí mismo fue borrado del terreno de juego por los de Sean Dyche.
Ni siquiera el hecho de perder en los últimos días de mercado invernal a Anthony Gordon sin que llegase ni un solo refuerzo hizo que el Everton se amedrentase. Dyche, consciente de lo que necesitaba la contienda, estructuró a su nuevo Everton en un 4-5-1 que bien valió para desconectar al centro del campo del Arsenal. Los de Mikel Arteta tuvieron el balón llegando a acumular un 70% de la posesión, sí, pero sin la fluidez necesaria ni el ‘punch’ con el que inquietar a Jordan Pickford.
De hecho, y a pesar de que el gol llegó en una jugada a balón parado, que es válida como cualquier otra para marcar, lo cierto es que el Everton, aunque teniendo poco la pelota, generó más peligro que su rival y bien se puede decir que a los puntos fue superior. Y desde luego que hay que destacar la figura de Sean Dyche a pesar de que lleve pocos días en el cargo.
A partir de aquí, toca seguir adelante. Porque a pesar de que el estreno fue bueno, en realidad Dyche ni mucho menos ha cumplido con su cometido. Su llegada a Goodison Park responde a la búsqueda de un golpe de efecto para evitar por todos los medios el descenso a Championship. Sería un drama enorme para un Everton con el estreno de un nuevo estadio a la vuelta de la esquina.