Sebastián Yatra: “El amor no tiene que ser algo que genere inseguridad, incertidumbre o ansiedad”


El cantante y compositor Sebastián Yatra (27 años, Medellín, Colombia) lleva trabajando en su proyección internacional desde 2013, cuando las principales radios latinoamericanas empezaron a poner sus primeros singles. Consiguió captar la atención del productor musical Juan Magán en 2015, que le invitó a trabajar con él, colaborando así por primera vez con un artista español. Desde entonces, paso a paso, se ha convertido en una estrella que goza de un gran reconocimiento internacional. No ha dejado de posicionarse en los primeros puestos de las listas de éxitos con canciones como Pareja del año o Tacones rojos, gracias a las que ha obtenido la certificación de doble disco de platino en Estados Unidos y España. Ahora, su álbum Dharma —cuyas letras ha enfocado en el amor— lleva tres semanas formando parte de las listas españolas de discos más vendidos.

Su joya de la corona nace de un proceso de reflexión tras el fin de varias relaciones y el estallido de una pandemia que, como a tantos otros, provocó un parón en su productividad y revolucionó su forma de ver la salud mental. Ahora se toma las cosas con más calma. En un día lleno de compromisos, como en el que se realiza la entrevista —que se suma a otras 13 con diferentes medios—, descansa entre charla y charla para hablar con su equipo tranquilamente y despejarse, a pesar de que el comienzo de la conversación se demora más de una hora. Esa calma también se transmite a la hora de conversar y es producto de un profundo trabajo interior. “He estado en un proceso muy bonito en estos últimos cinco meses de mi vida”, confiesa, aunque admite que ha tenido altibajos emocionales que aún le persiguen de vez en cuando.

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Precisamente en esos cinco meses se ha volcado en la creación de Dharma, el que se ha convertido en su proyecto más personal. “Quizás es en el que más me he abierto y he podido ser lo más honesto, crudo y real posible”, explica sobre el contenedor de 17 canciones en las que ha mezclado diferentes géneros musicales y colaboraciones. “Como compositor siento que he crecido mucho en este álbum, porque me he dado cuenta de que escribir no se trata de agregar capas, sino de irlas quitando”. Asegura que para él componer es “como ser actor”. “El mejor actor es el que no está actuando”, asevera, “y pasa lo mismo con la composición. Hay que expresar los sentimientos de forma natural”. Esta “sensibilidad”, confiesa, no ha nacido en él de la noche a la mañana, sino que es producto de un arduo trabajo personal.

Su manera de ver y tratar el amor —“de pareja o cualquier tipo de amor”— también se ha visto adulterada por esta evolución mental. “El amor es libertad”, sentencia. “Es algo que te tira para arriba, que saca lo mejor de ti y te potencia. El amor es un sentimiento de luz, paz, calma y seguridad. No es algo que genere inseguridad, o incertidumbre, o ansiedad”, aclara. Él mismo sabe que, en ocasiones, no es fácil para todo el mundo llegar a estas conclusiones. “Aprender a manejar el amor, que es un sentimiento tan fuerte, toma tiempo y experiencia”, continua, “y a veces, en nuestra inmadurez, nos asusta porque hace que los miedos se intensifiquen”. Habla desde el corazón cuando afirma que en ocasiones “todos tenemos que retroceder para aprender a entender cómo funciona” este sentimiento que tanto se ve plasmado en sus letras.

Asevera que ha contado con ayuda para llegar a estas reflexiones. “Hace cinco meses empecé a ir al psicólogo”, señala mirando a su representante, que asiente confirmando la fecha. “Nunca había ido, pero el año pasado fue muy, muy heavy emocionalmente para mí”, se lamenta el colombiano. “Se me han acumulado muchas cosas a lo largo de los años y la pandemia fue un momento de explosión. Al principio intenté organizarlo todo por mí mismo, pero llegó un punto en el que dije: ‘Esto no está funcionando”, relata, contando después que la situación le obligó a cambiar el patrón con el que trataba su salud mental. “Pensé: ‘¿Qué otras herramientas hay?’ Ahí fue cuando me abrí a hablar con alguien. La terapia me ayudaba mucho”, comenta, concienciado de la importancia de este ámbito. “Me ayuda a tener claridad y estar aquí mucho más presente en mi vida”, asegura, añadiendo que el yoga también se ha convertido en una práctica diaria que es para él de gran ayuda.

Sebastian Yatra, cantante colombiano, posando en un hotel del centro de Madrid.
Olmo Calvo

Así es como ha llegado a interesarse por la educación emocional, un aprendizaje en el que le gustaría profundizar. “Sin educación emocional, ¿qué bases tenemos para todo lo demás? ¿De qué nos sirve tener plata y otras cosas?”, se pregunta. “A veces nos llenamos de cosas materiales para tratar de tapar las inseguridades, pero no estamos atacando al verdadero problema, que es querernos a nosotros mismos”, asegura con firmeza. “Yo cada vez le encuentro menos valor a las cosas, a lo material. Está cool. Si estás bien contigo mismo es un agregado a tu felicidad”, declara. Apunta que, de lo contrario, lo primero que se debe hacer es “trabajar en las cosas que realmente son parte de nuestra naturaleza, como nuestros sentimientos”.

Otro de sus grandes amores es su familia. Sus padres, que le acompañan en su viaje a Madrid, son su “hogar”, junto a sus hermanos, que permanecen en Colombia. Se encuentra cómodo en España, país en el que formará parte del elenco de jueces del programa televisivo La Voz Kids, y donde presentará su álbum en una gira que se alargará entre los meses de junio y julio. Sin embargo, revela que ya cuenta con casa propia, algo que agradece para “no estar viviendo con las maletas pegadas”, de un lado para otro. “Acabo de conseguir casa en Miami”, anuncia. “Me la acaban de entregar. Fui por primera vez a verla y no sabía qué iba a sentir, pero estuve muy cómodo y me sentí por primera vez como si de verdad estuviera en mi casa”, asegura, a pesar de que por el momento tendrá que seguir viajando para promocionar su nuevo trabajo.

Yatra se muestra ambicioso y confiesa que quiere seguir trabajando en su faceta como actor. Su primer contacto con la profesión fue gracias a un cameo en la exitosa serie de Netflix La reina del flow. “Lo hice fatal”, confiesa, provocando la risa de los presentes. “Esta semana vi lo que hice por primera vez. La serie es increíble, pero verme me dio vergüenza ajena”, asegura el artista, que ya ha dado sus primeros pasos tras tomar clases para realizar su debut en la serie Érase una vez… pero ya no, creada por Manolo Caro y cuya fecha de estreno se espera para 2022. En su rodaje ha trabajado junto a actrices como la mexicana Mariana Treviño o la española Itziar Castro.

Profesionalmente, se encuentra en un proceso de cambio y crecimiento. Y aunque quiere seguir mejorando y compartiendo la evolución con sus devotos seguidores, al finalizar la charla vuelve a recalcar la importancia de seguir trabajando en “el amor propio”.


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