Secuestro en Querétaro de un miembro de la familia Torres Landa

Secuestro en Querétaro de un miembro de la familia Torres Landa

Extracto del Libro: “El Narco llegó a Querétaro”,  Autor: Armando Guerra

Querétaro, Qro.- 16 febrero de 2023.- Ahora con la muerte de Juan Arturo “El Pollo” Torres Landa, es menester recordar cuando principios de los años 80as los hermanos Torres Landa originarios del vecino municipio de San José Iturbide Guanajuato, miembros de una afamada familia de políticos que habían gobernado su estado, llegaron asentarse a las afueras de la ciudad de Querétaro, creando un consorcio inmobiliario llamado “Provincia Juriquilla”.

La Dinastía Torres Landa aprovechándose de su poder político y por consiguiente de su fortuna, decidió adquirir una enorme extensión de terreno en las inmediaciones de lo que fue la ex Hacienda de Juriquilla.

A través del tiempo, los Torres Landa se fueron identificando en Queretaro por sus influencias en los altos niveles gubernamentales, pero sobre todo por su enorme riqueza en bienes e inmuebles, ello habría sido la causa de que la delincuencia los pusiera en la mira para secuestrar a uno de ellos.

Esta familia que había encontrado en nuestro estado la tierra propicia para la inversión, viviría uno de los dramas similares a lo ocurrido varios años atrás en contra de otro miembro de conocida familia queretana como lo fue Pablo Meré Alcocer.

El Secuestro de El Tanque

Muy temprano de aquel 16 de junio de 1993 uno de los Torres Landa, Juan Antonio conocido con el mote de “El Tanque”,   salió de su casa a bordo de su camioneta Ram Charger color Rojo para supervisar el aforo de uno de los pozos de su propiedad.

Siendo las diez de la mañana casi al llegar a la carretera 57 cuando se dirigía a sus oficinas, fue interceptado por un carro Jeep en el que viajaban  cuatro sujetos que portaban potentes armas de fuego, dos pistolas tipo escuadra y una metralleta AK 47 conocidas como “cuerno de chivo”.

Al grito de “esto es un secuestro” abordaron el vehículo –la camioneta- y lo mantuvieron boca abajo en la misma, siendo vendado y esposado para llevarlo a su cautiverio.

Tras casi un mes de estar secuestrado Juan Antonio fue liberado en La Piedad, Michoacán, después declararía que sus secuestradores durante ese tiempo lo tuvieron a pan y agua, ya que por la mañana únicamente le daban cereal, al medio día un atún y por la noche un yogurt.

La liberación de uno de los Torres Landa se dio como resultado de una negociación con los secuestradores quienes pidieron la entrega de una importante suma de dinero en moneda nacional  y en billetes de baja denominación, ello según por disposición de sus captores.

El liberado llegó por su propio pie a su casa en Juriquilla a bordo de un taxi aproximadamente a las 14:30 horas del 14 de julio de aquel año.

El pago por importe por los servicios del auto de alquiler corrió a cargo de los secuestradores quienes todavía se portaron “bondadosos” al apoyar a “El Tanque” en su regreso a casa.

Fue su sobrina María Isabel la primera en identificar a su tío que horas antes había sido dejado en libertad.

Iniciaba entonces y se ponía de moda una nueva modalidad de delinquir, la industria del secuestro estaba ya sentando sus reales en el estado de Querétaro. CAPITULO: LLEGA LA INDUSTRIA DEL SECUESTRO A QUERETARO


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