Lo que suceda en las próximas semanas en los hospitales determinará si la subida de casos de covid que experimenta España se queda en un mero repunte sin grandes consecuencias o se transforma en una sexta ola con verdadera afección a la salud pública. Como adelantó EL PAÍS, el Ministerio de Sanidad y las comunidades están diseñando nuevos indicadores que, precisamente, dan más peso a la enfermedad grave y muy grave frente a los meros diagnósticos a la hora de determinar el riesgo de la epidemia en un territorio. ¿Va acompañado el crecimiento de casos de un aumento de presión asistencial? ¿Mantienen las vacunas la capacidad de proteger frente a las consecuencias más graves del coronavirus? Por los datos publicados hasta ahora, sí que se ha registrado un pequeño repunte hospitalario, pero muy leve, que no muestra por el momento un compromiso de la protección vacunal.
El Ministerio de Sanidad no publica estadísticas de diagnósticos según estatus vacunal, y tampoco qué porcentaje de ingresados ha recibido la pauta completa. Según las cifras que han facilitado las comunidades autónomas a este periódico (todas excepto Asturias, País Vasco y Aragón), más del 60% de las 447 personas ingresadas en las unidades de cuidados intensivos del país estaban sin vacunar. En una ciudadanía masivamente inmunizada (desde finales de septiembre prácticamente el 90% de la población diana tenía la pauta completa), esta cifra revela una enorme protección de las inyecciones.
Salvador Peiró, doctor en medicina preventiva y salud pública, lo ejemplifica con datos de la Comunidad Valenciana, que son casi equiparables (en proporciones) a los de toda España: “En las semanas del 18 de octubre al 14 de noviembre, hubo 31 nuevos ingresos en UCI: 21 no vacunados (4,5 por 100.000) y 10 vacunados con pauta completa (0,24 por 100.000). Son 18,7 veces más ingresos en UCI en los no vacunados”.
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Estas cifras concuerdan con los últimos estudios de protección de las vacunas efectuados tanto en España como en otros países, que muestran que la pauta completa sigue protegiendo en torno al 90% (algo superior o inferior en función de las marcas) de la enfermedad más grave y la muerte. Pero su eficacia contra la infección –es decir, para evitar contagios– ha bajado del 95% que arrojaban los estudios de fase 3 presentados hace un año a entre un 35% y un 50% en la actualidad, fruto de las nuevas variantes y del tiempo transcurrido desde los pinchazos.
El repunte de casos en España comenzó a reflejarse en la incidencia acumulada en 14 días el 13 de octubre. Una semana y media más tarde, esto se trasladó a un inicio de subida de las hospitalizaciones y el 6 de noviembre comenzaron a crecer los ingresados en UCI. Pero de una forma muy suave. Estos parámetros se mantienen este miércoles por debajo de los niveles de riesgo inferiores del semáforo covid: menos de un 2% de las camas de los hospitales están ocupadas por pacientes con coronavirus y menos de un 5% de las unidades de cuidados intensivos.
“Es inevitable que en una subida de casos haya un aumento de personas que ingresen en los hospitales, pese a la vacunación”, explica Rafael M. Ortí Lucas, presidente Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (Sempsph). “Hay una pequeña porción de personas que no generan respuesta inmunitaria, otras vulnerables que técnicamente tampoco están inmunizadas pese a las vacunas. No son 100% efectivas”, asegura. Cuando se le pregunta si estamos en la sexta ola, responde: “Yo miro mucho el mar y sé diferenciar entre olas de tormenta y de una pequeña brisa. Claro que estamos en una, pero es prácticamente imperceptible porque el caldo de cultivo es mucho menor. Sigo siendo optimista porque las cosas se han hecho bien”.
Según cuenta Alejandro H. Rodríguez, de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), es sumamente infrecuente que personas completamente sanas y vacunadas acaben en la UCI. “Por lo general son no vacunados. De los tres que tenemos ahora en el hospital Joan XXIII de Tarragona, dos decían que no se inocularon porque eran muy deportistas, con 40 y 60 años”, asegura. Los casos de personas ingresadas en cuidados intensivos con la pauta completa, afirma este especialista, son generalmente personas inmunodeprimidas o con otras comorbilidades.
Los intensivistas consultados coinciden, no obstante, en que es complicado trazar un perfil de los ingresados en UCI por sus meras impresiones, ya que en la mayoría de las unidades hay muy pocos enfermos. En muchas no hay ninguno: de promedio, cada provincia española tiene menos de 10 personas en cuidados intensivos.
Los datos que hay disponibles sobre las características de los ingresados en la UCI son los que ofrece el Instituto de Salud Carlos III para la quinta ola (a partir de junio): el grueso de pacientes tienen entre 40 y 70 años. A partir de esta edad decrecen los ingresos, en parte porque las personas que enferman muy gravemente son a menudo demasiado frágiles para estas unidades. Por debajo también hay muy pocos, dado que la enfermedad se ensaña sobre todo con las personas de mayor edad: a pesar de que la quinta ola se propagó sobre todo entre jóvenes, las probabilidades de acabar en la UCI para los menores de 40 son muy remotas.
Hospitalizados y diagnósticos con covid y vacuna
Los datos del número de personas con covid vacunadas en España son una incógnita. Fuentes sanitarias aseguran que de los más de tres millones de diagnosticados en los 10 primeros meses del año, 300.000 tenían la pauta completa. Pero es un dato muy difícil de interpretar, ya que en los primeros meses había un porcentaje muy bajo de la población inmunizada.
A diferencia de otros países, como Italia, Dinamarca, Suiza o Reino Unido, que los publican periódicamente, el Ministerio de Sanidad no publica esa información y tampoco la ha facilitado a este periódico, que los ha reclamado en varias ocasiones. Pueden servir de referencia los que publican Cataluña y Madrid. Desde finales de junio solo un 20% y un 28% de los diagnósticos, respectivamente, se han producido entre personas vacunadas.
En los hospitales, más allá de las UCI, tampoco está clara la cifra. Solo nueve comunidades han aportado a EL PAÍS esta estadística: en ellas casi un 60% de los pacientes en planta tenía la pauta completa. De nuevo, es esperable que sea así, dado el gran porcentaje de personas inmunizadas que hay. Peiró hace cálculos con las cifras de la Comunidad Valenciana en las semanas del 18 de octubre al 14 de noviembre: “Hay 136 nuevos ingresos en planta: 60 no vacunados (12,8 por 100.000) y 76 vacunados (1,9 por 100.000). 6,7 veces más nuevos hospitalizados entre no vacunados”.
En Cataluña, por ejemplo, los datos del Departamento de Salud muestran que las personas sin vacunar tienen tres veces más riesgo de acabar en el hospital. Sin embargo, la edad hace variar mucho el riesgo de los no protegidos en relación con quienes sí lo están. Las personas de entre 30 y 59 años sin vacunar, en general más sanas, tienen un riesgo entre 10 y 20 veces mayor de acabar en el hospital que las vacunadas, según los datos públicos de los últimos dos meses y medio. En los mayores de 70 años, con más patologías, la diferencia es mucho menor: entre dos y tres veces menos hospitalizados (en términos relativos) para quienes tienen pauta completa.
En cualquier caso, el propio Peiró matiza que la cifra de hospitalizados hay que tomarla con especial cautela y que probablemente sobrerrepresente a los vacunados, ya que a todo el que ingresa se le hace PCR aunque lo haga por otro motivo. “Estamos intentando refinar las estadísticas, pero es muy posible que quien dé positivo pase a la base de datos de hospitalizados con covid, aunque su patología no tenga nada que ver”. Tampoco existen datos que permitan conocer hasta qué punto esto distorsiona las estadísticas.
Por otro lado, este experto añade que también sucede que algunos ancianos de las residencias que dan positivos son trasladados al hospital, pero no porque su gravedad necesariamente lo requiera, sino más bien para aislarlos de los demás residentes, ahora que la situación de los centros es suficientemente holgada. Tampoco hay forma de saber cómo impacta esta circunstancia en los datos.
Lo que pase en las próximas semanas es difícil de predecir con precisión. Los expertos consultados en las últimas semanas se inclinan por aventurar que la subida de casos se mantendrá, pero que el impacto en los hospitales será relativamente pequeño, gracias a la vacunación, que ahora se está completando con terceras dosis a los mayores de 70 años y que se van a expandir a los mayores de 60, según ha confirmado este miércoles el presidente Pedro Sánchez.
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