Esta semana el Barça logró cerrar una de las mejores operaciones económicas, y posiblemente deportivas, con la salida de Nelson
Semedo al Wolverhampton por 30 millones más 10 en variables (2 por jugar 10 partidos, 8 si su equipo se clasifica para la Europa League).
El lateral portugués llegó al Camp Nou en verano de 2018 por 30,7 millones más variables y es, justamente, en los variables donde nos encontramos con un ahorro significativo. El Benfica cobraba 5 millones adicionales por cada 50 partidos de Semedo.
Nelson, que en esa franja debía disputar al menos 45 minutos, se ha ido de Barcelona con 97 partidos. Es decir, se ha quedado a sólo 3 del centenar, cosa que hubiera significado un abono a su club de origen de otros 5 millones. Ahora, por el traspaso al Wolverhampton, al Benfica sólo le corresponderán 600.000 euros por el mecanismo solidario FIFA.
El dato, significativo, mejora el balance de la operación y explica el interés del Barcelona por acelerar la salida de Semedo. Haciendo equilibrios el club en una débil posición económica, ahorrar 5 millones es, prácticamente, acceder a una variable adicional que, irremediablemente, se habría perdido y desembolsado si el portugués hubiera seguido.
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