WASHINGTON — Los defensores de Donald Trump en el Senado se solidarizaron el domingo con él antes del inicio de su juicio político, al que desestimaron como una pérdida de tiempo, y alegaron que el apasionado discurso del expresidente antes de la invasión del Capitolio no lo hace responsable de la violencia del 6 de enero.
“Si rendir cuentas significa ser llevado a juicio político por la Cámara de Representantes y ser declarado culpable por el Senado, la respuesta a eso es no”, dijo el senador republicano Roger Wicker, dejando en claro su punto de vista de que Trump debe y será absuelto.
Al preguntarle si el Congreso podría sopesar otra sanción, como la censura, Wicker dijo que la Cámara de Representantes de mayoría demócrata tuvo esa opción antes, pero la rechazó para darle preferencia al juicio político. “Ese barco ya zarpó”, comentó.
El Senado está por iniciar el juicio político el martes para examinar si presenta la acusación de que las combativas palabras que Trump dirigió a los manifestantes en un mitin en el Capitolio, así como las falsedades que repitió durante semanas de que las elecciones presidenciales fueron robadas y manipuladas, provocaron que una multitud irrumpiera en el Capitolio. Cinco personas murieron a consecuencia de los disturbios, entre ellas un policía.
Muchos senadores, incluido el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, denunciaron inmediatamente la violencia y culparon a Trump. Tras la insurrección, Wicker manifestó que los estadounidenses “no tolerarán este tipo de ataque al estado de derecho”, y, sin dar nombres, dijo que “debemos enjuiciar” a quienes socavan la democracia.
Pero ya sin Trump en la presidencia, los republicanos han mostrado poco apetito político para tomar medidas adicionales, tales como una declaración de culpabilidad en el juicio político que podría resultar en la prohibición de postularse a un cargo de elección popular en el futuro. Esas divisiones partidistas parecen estar intensificándose antes del juicio a Trump, una señal de que sigue controlando el Partido Republicano.
El presidente fue enjuiciado en 2019 en torno a la trama rusa, ahora enfrentará un juicio relacionado al asalto al Capitolio. Para ver más de Telemundo, visita now.telemundo.com
El domingo, Wicker describió el juicio político de Trump como un “ejercicio partidista sin sentido de envío de mensajes”. Cuando le preguntaron si la conducta de Trump debería ser más merecedora de un juicio político que la del presidente Bill Clinton, de quien Wicker votó en favor de que fuese enjuiciado, comentó: “No estoy reconociendo que el presidente Trump haya incitado a una insurrección”.
El juicio político de Clinton en 1998 surgió a partir de que declaró falsamente al dar su testimonio sobre una relación sexual con una pasante de la Casa Blanca.
El senador republicano Rand Paul rechazó el juicio de Trump como una farsa con “cero posibilidades de que lo declaren culpable”, diciendo que las palabras de Trump a los manifestantes de “pelear como fieras” mientras el Congreso estaba votando para ratificar el triunfo presidencial de Joe Biden fueron sólo una “figura retórica”.
Randy Serrano tiene la información.
“Si vamos a criminalizar el discurso, y de alguna manera enjuiciar políticamente a todos los que digan: ‘vayan y luchen para que sus voces sean escuchadas’, entonces realmente debemos hacerle un juicio político a Chuck Schumer”, declaró Paul, en referencia al hoy líder de la mayoría demócrata en el Senado y sus críticas a los jueces Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh. “El fue a la Corte Suprema, se paró frente a la Corte Suprema y dijo específicamente: ’Oiga Gorsuch, oiga Kavanaugh, han desatado un torbellino. Y pagarán un precio por ello”.
Paul hizo notar que el magistrado presidente John Roberts había declinado presidir los procedimientos de juicio político de esta semana porque Trump ya no es mandatario. El senador demócrata Patrick Leahy presidirá el juicio como presidente interino del Senado.
“Es una farsa, es inconstitucional. Pero más que nada es insensato, y va a dividir al país”, señaló Paul.
Es la primera vez en la historia en que un presidente estadounidense lleva adelante dos procesos para su destitución. Para ver más de Telemundo, visita now.telemundo.com
El mes pasado, Paul obligó a una votación para desechar el juicio con el argumento de que era inconstitucional porque Trump ya no es presidente, aunque juristas consideran que eso es discutible. Sin embargo, la votación dejó entrever la casi imposibilidad de que se logre declarar culpable a Trump en el Senado, donde los demócratas tienen 50 bancas pero se necesitarían dos tercios de los votos —67 senadores— para conseguirlo.
Cuarenta y cuatro senadores republicanos se unieron a Paul y votaron en contra del juicio político. Cinco senadores republicanos se sumaron a los demócratas para rechazar la moción de Paul: Mitt Romney, Ben Sasse, Susan Collins, Lisa Murkowski y Pat Toomey.
Algunos republicanos han dicho que la votación no los “obliga” a sufragar en una forma particular para declararlo culpable, y el senador republicano Bill Cassidy dijo el domingo que escucharía cuidadosamente la evidencia. Pero incluso los detractores republicanos más severos de Trump reconocieron el domingo el desenlace ampliamente esperado.
“El voto de 45 senadores republicanos dejó entrever que no piensan que sea adecuado realizar un juicio, así que uno puede inferir qué tan probable es que ellos sufraguen para declararlo culpable”, dijo Toomey, que ha dicho claramente que cree que Trump cometió “ofensas dignas de un juicio político”.
El senador republicano Lindsey Graham, uno de los ardientes defensores de Trump, dijo creer que las acciones del exmandatario fueron incorrectas y “él tendrá un lugar en la historia por todo esto”, pero insistió en que al Senado no le corresponde juzgar.
“La pregunta no es cómo termina el juicio, sino cuándo termina”, dijo Graham. “Los republicanos van a considerar esto un ejercicio inconstitucional, y la única pregunta es: ¿convocarán a testigos, cuánto durará el juicio? Sin embargo, el desenlace realmente no está en duda”.