Víctor Peña, el hombre declarado culpable la semana pasada de secuestrar y violar a una mujer a la que mantuvo cautiva en su apartamento de Boston durante tres días, fue sentenciado de entre 29 y 39 años de prisión el lunes.
Un jurado en el Tribunal Superior de Suffolk emitió el veredicto el martes pasado, condenándolo por los 10 cargos de violación agravada y uno de secuestro después de deliberar durante unas dos horas.
Su sentencia estaba programada para las 9 a.m. del lunes.
Los argumentos finales se presentaron el martes en el juicio de Víctor Peña. La defensa pidió al jurado que declarara inocente a Peña por falta de responsabilidad penal, “por un defecto mental” y más tarde, la fiscalía argumentó que Peña sabía lo que estaba haciendo, llamándolo inusual y retorcido, pero no loco en un sentido legal.
Peña testificó el lunes, lo que fue un giro importante en el juicio solo un día antes de los argumentos finales. El hombre de 42 años no había testificado antes en el juicio en el Tribunal Superior de Suffolk.
Peña apareció en la sala del tribunal el lunes con un libro y un rosario alrededor del cuello. Su acusador había testificado que el hombre la obligaba a leer la Biblia en español mientras la mantenía cautiva en su apartamento en Charlestown y la agredía sexualmente.
Peña dijo ser víctima de una cacería de brujas, donde se le ha difamado e incluso, dijo ser victima de agresion policial. El acusado negó lo ocurrido, y dice que fue la presunta víctima quien insistía en besarlo y en quedarse con él en su apartamento Charlestown, donde según peña, ella se ofreció a limpiar, pero la mujer, dijo que se ofreció a limpiar para evitar que peña siguiese violándola.
Al ser consultado sobre las acusaciones de la mujer, Peña titubeaba y divagaba por extensos periodos, para concluir que su contacto con la mujer su consensual, agregando que de hecho, la fémina le preguntaba por su estado civil porque ella no quería tener problemas con otras mujeres.
El viernes, los miembros del jurado fueron al apartamento de Peña en Charlestown para ver dónde ocurrieron los presuntos delitos, dos días después de que la presunta víctima del caso subiera al estrado por primera vez.
La mujer que fue secuestrada y violada en un calvario de tres días en 2019 subió al estrado por primera vez el miércoles para testificar contra su presunto atacante.
La mujer, a quien no identificaremos porque es la presunta víctima de una agresión sexual, le dijo a un jurado en Boston que recordaba haberse despertado desnuda en un departamento desconocido después de salir en Boston la noche anterior.
“Traté de irme”, dijo la mujer, pero su presunto agresor, Víctor Peña, “no me dejó… me amenazó de muerte”.
En este segundo día del juicio salieron a la luz imágenes del momento en que Victor Peña conoce a su víctima al salir de un bar.
“No quería morir, así que lo dejé”, continuó. “Dijo que me rescató y me salvó y que me habría congelado si no me hubiera salvado”.
Un acompañante de Peña, Marlon Roldan, testificó el martes que cuando vieron a la víctima caminando sola la noche del 19 de enero de 2019 en la calle Congreso, Peña la saludó, ella le devolvió el saludo, comenzaron a hablar y ella comenzó a caminar con él. Roldan dijo que la víctima obviamente estaba borracha.
“Yo le dije sigamos, que la dejemos ahí, y no me hizo caso. Siguió yendo con ella”, dijo Roldán en la corte.
Él testificó que Peña la estaba abrazando y, finalmente, los dos se estaban besando mientras caminaban hacia la estación de State Street.
Los fiscales mostraron al jurado un video que parecía mostrar a la víctima cayendo, con Peña levantándola y llevándola en dirección al metro.
Supuestamente, este fue el comienzo de una búsqueda de tres días de la víctima de 23 años, a quien se vio por última vez saliendo de un bar de Faneuil Hall en el que había estado con su hermana gemela y amigos.
Supuestamente, Peña llevó a la víctima a su apartamento de Charlestown, la agredió sexualmente y la mantuvo cautiva durante tres días.
La familia y abogado de Peña han dicho que sufre problemas de salud mental y tiene la capacidad mental de un niño de 12 años, pero fue declarado competente para ser juzgado después de una audiencia la semana pasada.
Source link