Separados por la pandemia: acepta puesto de lavaplatos en ancianato para ver a su esposo

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JACKSONVILLE, Florida – Una mujer de Florida está agradecida por su nuevo puesto como lavaplatos en una residencia de ancianos en Jacksonville pero no es por los ingresos suplementarios durante la pandemia. 

Mary Daniel, de 57 años, solo ha podido ver a su esposo, Steve, de 66, a través de una ventana en su hogar de ancianos desde hace 114 días. Como muchas familias, los Daniel se vieron afectados por la orden del estado que no permite visitas a los ancianatos, lugares considerados de alto riesgo como fuentes de contagio de COVID-19 por la vulnerabilidad de sus residentes. 

Steve sufre de Alzheimer y reside en la unidad de cuidados de memoria en Rosecastle en Deerwood, por lo que se vio afectado por la orden del gobernador de Florida, Ron de Santis, y debería permanecer dentro de la residencia sin recibir visitantes. 

Según reveló Mary a TODAY, Steve se mudó a la residencia el pasado julio porque había mostrado buenas señales en un ambiente social, pero todo eso cambió con la pandemia. Ella siguió yendo todos los días para ayudarle a alistarse a dormir hasta que la llamaron y le dijeron que no podia volver debido a la orden. 

Sin otra opción Mary lo iba a ver por la ventana pero él solo lloraba sin entender lo que estaba ocurriendo, dijo Mary en la entrevista. En ese momento ella le pidió a la residencia si había algún puesto que ella podría laborar.

Después de 114 días, el ancianato le ofreció a Mary un puesto de trabajo para poder estar más cerca de su esposo. Debido a la enfermedad del hombre y de la cantidad de tiempo que había pasado, Mary temía que su esposo de 24 años ya ni la reconociera. 

Pero no fue así. “Me tocó la cara incluso con la mascarilla puesta, solo me tocó la cara y me miró. Solo tocarlo, tocar su brazo y estar tan cerca de él después de 114 días”, compartió la mujer. 

Los turnos son dos veces a la semana y de cuatro horas y media y luego pasa las tardes como antes hacía, ayudando a su esposo a alistarse a dormir, según reportó TODAY. 

De acuerdo a la mujer, la residencia de 50 personas no ha tenido ni un caso, y ella se ha hecho varias pruebas que han dado negativo, además de un entrenamiento estricto que tuvo que hacer antes de comenzar a trabar. 

Mary dice estar molesta por la nueva orden ejecutiva que agrega otros 60 días a la prohibición de visitantes a hogares de ancianos. Sumando eso al tiempo que ya llevan separados, habrán pasado unos seis meses para familias afectadas por las órdenes.

La esposa invita a personas a unirse a su nuevo grupo de Facebook llamado “Caregivers for Compromise” o Cuidadores apoyando el compromiso. Espera que con suficientes participantes se pueda persuadir al gobernador a reconsiderar visitas en los hogares de ancianos con medidas de seguridad. 


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