Serge Ibaka, pívot español de origen congoleño, que desde la pasada semana se encuentra ya confinado en Fort Myers (Florida) junto a sus compañeros de equipo de los Raptors de Toronto, declaró que no tenía problemas con el “encierro” y que estaban listos para trabajar de cara al reinicio de la temporada regular.
“Vi cómo todos están en buena forma”, declaró Ibaka este sábado en una conferencia telefónica con periodistas. “Vinieron aquí en gran forma y tan pronto como llegamos, todos comenzaron a trabajar”.
Ibaka, jugador fundamental dentro de los Raptors, tanto de titular como sexto hombre, señaló que tiene ya la experiencia de 11 años en la liga para conocer cuando los profesionales están listos mentalmente de cara a competir o no.
“Así que puedo decirte ahora mismo, mentalmente, todos están listos. Todos están listos”, reiteró el internacional español.
Ibaka y los Raptors fueron el único equipo al que se le permitió viajar temprano a Florida debido a complicaciones al tratar de regresar a Canadá desde Estados Unidos en medio de la pandemia de coronavirus.
Los Raptors, que están trabajando en la Florida Gulf Coast University en Fort Myers, solo pueden tirar a canasta individualmente y en la suya propia (como los jugadores de todos los equipos) hasta después de que ingresen a la “burbuja” del complejo Walt Disney World y se pongan en cuarentena antes del reinicio de la competición, prevista para el próximo 30 de julio.
Aunque los Raptors están convirtiendo a Fort Myers en una prueba para la “burbuja” de la NBA, Ibaka dijo que se sentía bien poder hacer algunos tiros después de pasar tanto tiempo en el gimnasio.
“Es mejor que nada”, valoró Ibaka con una sonrisa. “Es útil. Y, también, como señalé anteriormente, simplemente viendo a los muchachos alrededor, creo que también es bueno”.
En cuanto al creciente número de casos en Florida, Ibaka dijo que es algo que le preocupa, en parte porque su hija vive en Orlando.
Ibaka explicó que ella y quienes la rodean se sienten bien, pero espera que todos tomen precauciones al ingresar a la “burbuja”.
“Honestamente es algo que preocupa”, admitió. “Esperemos que todos tengan que seguir las reglas, cada jugador, cuando lleguemos a Orlando, respetar todas las normas que nos van a dar. Pero tengo a mi hija que vive en Orlando, y es comprensible que tengas algo de miedo, que te preocupe y asegurar que todo esté bien”.
En cuanto al estado del equipo, reconoció que había sido una temporada extraña tanto por la marcha antes del inicio de jugadores claves como el alero Kawhi Leonard y el escolta Danny Green, ambos agentes libres.
Pero al final demostraron que su título de campeón no fue una casualidad y cuando llegó la suspensión temporal por la pandemia del coronavirus, los Raptors ocupaban el segundo lugar de la Conferencia Este, solo superados por los Bucks de Milwaukee, y camino de lograr 59 triunfos, a pesar de haber tenidos bajas de jugadores importantes por más de un mes.
“Ha sido un poco extraño con todo lo que está pasando”, admitió Ibaka al comentar sobre la defensa del título de Toronto. “Pero una cosa que sabemos es que se acabó. Lo que pasó la temporada pasada se acabó, y tenemos que tratar de poner nuestra mentalidad para que esté lista de cara a la que nos toca enfrentar”.
El pívot reconoció que la defensa del título es una misión difícil, pero a la vez también un gran desafío para todos los profesionales que forman la plantilla y de ahí que deben estar listos mental y físicamente cuando llegue el momento de reiniciar la competición.
Ibaka, quien pasó la mayor parte de su carrera como ala-pívot con los Thunder de Oklahoma City, ha cambiado completamente para centrarse en las últimas dos temporadas con Toronto de pívot, formando pareja, primero el lituano Jonas Valanciunas, y luego con su compañero de selección, Marc Gasol.
Después de todas las lesiones de esta temporada, incluidos los problemas de los isquiotibiales de Gasol, quien jugó solo en 36 de los 64 partidos de los Raptors, Ibaka dijo que está emocionado de ver de qué son capaces los Raptors ahora que tienen una gran variedad de jugadores.
“No puedo esperar”, subrayó Ibaka. “Creo que va a ser un poco extraño al principio tener a todos al mismo tiempo, pero que es algo bueno porque lo necesitamos. Realmente no puedo esperar a ver cómo nos va a ir bien si tenemos todos de vuelta”.
Ante la gran oportunidad de tener a todos los compañeros recuperados, Ibaka destacó que el “techo” del equipo puede ser muy alto porque no solo tienen ya la mentalidad de campeones sino que también la experiencia y la confianza que pueden haber bien las cosas.
“Sin embargo, la clave será asimilar que ha llegado la hora de comenzar a trabajar muy duro y creo que todo el equipo está listo”.
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