Serge Ibaka no tuvo un final feliz en Milwaukee, el equipo que quiso repescarle la temporada pasada para aportar veteranía y experiencia de campeonato a un grupo ya consolidado. El pívot hispano-congoleño esperaba contar con más oportunidades a raíz de las lesiones que sufrieron los hombres de Mike Budenholzer a lo largo de la temporada, pero su decepción fue mayúscula cuando vio que en realidad no iba a contar ni para la tercera unidad.
“Cuando hablé en los despachos, me decían cosas diferentes. Me querían, querían que estuviese allí, que me quedase”, recordaba Ibaka en una entrevista con The Athletic. La falta de comunicación y coherencia entre lo que le decían los ejecutivos y el cuerpo técnico fue lo que terminó de romper sus relaciones con la franquicia. “Hubo un momento en que no podía más. Amo este juego, pero si me va a quitar la paz mental, mi felicidad, no vale la pena”, valoraba el interior.
Ibaka terminó siendo moneda de cambio, una nota al pie en un traspaso a tres bandas, antes del límite de mercado de febrero. Desde enero, había acordado ser traspasado con la plana mayor de la franquicia. Se despidió de su segunda temporada con los Bucks tras acumular 16 apariciones, 4,1 puntos y 2,8 rebotes en 11,6 minutos de juego de promedio, de largo sus peores registros en la NBA. Los Indiana Pacers, equipo donde recaló, le rescindieron el contrato en cuestión de horas y desde entonces, el jugador pasó al mercado de agentes libres sin recalar en otro equipo.
“Mi mentalidad es la de siempre. Quiero encontrar la oportunidad para ir a un sitio donde poder ayudar en lo que necesiten, volver a divertirme y ser feliz, esto es lo que tengo en la cabeza ahora”, comenta Ibaka sobre su enfoque este verano. “Llevo mucho tiempo en esto, y puedo aportar muchas cosas más allá de jugar a baloncesto, que es lo primero. Sé lo que es ganar, he jugado con muy buenos jugadores, también jóvenes, tengo esa mentalidad de campeón, para mí es fácil”.
Mike Budenholzer, señalado
El exentrenador de los Bucks, despedido tras la eliminación de Milwaukee en primera ronda a manos de los Miami Heat, ha sido señalado en las últimas horas tanto por Ibaka como por George Hill, que apoyó los comentarios del jugador de Brazzaville. “Grandes realidades, Serge”, se limitó a comentar el base, miembro de los Pacers. Entre las frases más contundentes del español, destaca la siguiente: “Me he ganado el respeto en esta liga. Lo mínimo es comunicarse. No pido jugar, tan solo comunicación”.
Cabe recordar que Budenholzer tampoco terminó bien con Jae Crowder, otro jugador que llegó a Milwaukee para apuntalar el proyecto y se vio de repente sin minutos ni impacto en ninguna faceta del vestuario a pesar de haber sido previamente reclutado.
Ibaka se proclamó campeón de la NBA en 2019 con los Toronto Raptors y siempre dejó un buen recuerdo por su ética de trabajo y compañerismo en todos los equipos donde estuvo en la liga. Sus otras etapas en Estados Unidos fueron con los Oklahoma City Thunder, los Orlando Magic y Los Angeles Clippers, donde se vio también sin minutos en su segunda temporada, si bien él dijo respetar mucho mejor la decisión ya que su entrenador entonces, Ty Lue, siempre le comunicó sus decisiones con antelación.