El entrenador del Real Valladolid, Sergio González, ha anunciado este lunes que “habrá cambios” en el equipo para enfrentarse este martes al Cádiz, un adversario que “requiere de toda la atención” puesto que es un rival directo en el objetivo de la permanencia.
En este sentido, ha confirmado la baja de Marcos André, quien sigue sufriendo con su pubalgia, y eso va a requerir que el club busque, en el mercado de invierno, un delantero, ya que todo apunta a que el jugador brasileño deba pasar por quirófano para solventar un problema que arrastra desde hace demasiado tiempo.
Tampoco podrá contar con Joaquín, con problemas gastrointestinales, mientras que Jota sí podrá jugar en Cádiz y Guardiola también aunque “no para noventa minutos”, ha advertido el técnico, quien ha asegurado que han podido “resetear” tras la derrota ante el Barcelona.
Aunque la derrota podía preverse, lo que no entraba en sus planes fueron “las malas sensaciones” que ofreció el equipo y, por este motivo, ha preparado el siguiente choque “con ilusión” y esperando que “todo salga lo mejor posible, empezando por priorizar la salud de los jugadores del Cádiz”.
El hecho de que se hayan detectado varios casos positivos en coronavirus en el cuadro andaluz a priori no impedirá que se juegue este encuentro, aunque “seguro que se tomará la mejor solución y, lo primero, es desearles lo mejor en salud y que estén bien”, ha apuntado Sergio.
“Afrontamos este partido con confianza, sabiendo que requiere toda nuestra atención y que hay que estar a la altura porque el Cádiz sabe cómo jugar y está sacando una producción brutal a su propuesta, con poca posesión de balón pero con muchos robos y un esquema sólido”, ha analizado.
Sergio González espera “duelos intensos y fuertes” ante un Cádiz “al que le gusta estar junto, en bloque bajo, que cree en su entrenador y aplica lo que les transmite, que compite bien, y sabe cómo manejar los tiempos”, ha añadido, además de indicar que o su equipo “está a ese nivel, para luego ser mejor que ellos con balón”, o sufrirán “mucho”.
Los vallisoletanos, a pesar de los días festivos, “a nivel logístico” han actuado igual ya que “se descansó el 24 pero el 25 se entrenó“, ya que entendían “que este partido lo requería”.
También durante estos días se ha estado trabajando para minimizar los goles encajados y, “aunque el directo del fútbol es el que marca el acierto”, todos son conscientes de que “es un déficit y no queda otra que seguir trabajándolo, pero sin que se convierta en una pesadilla, porque también hemos hecho cosas bien para haber recibido tantos goles”, ha concluido.
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