El técnico del Real
Valladolid, Sergio
González, ha reconocido, tras la derrota sufrida ante Granada, que su equipo “no supo gestionar el tiempo del partido en el tramo final” y, de nuevo, en los últimos quince minutos, se hizo “el hara-kiri”.
Según ha asegurado, la plantilla “está fastidiada, porque había la opción de tener un flotador para obtener distancia con las posiciones de descenso, que no se ha aprovechado”, a pesar de haber vuelto a dejar, una vez más, “buenas sensaciones”, que siguen sin traducirse en resultados.
“Estuvimos equilibrados en la primera parte, con ocasiones de peligro, desinhibidos durante varios minutos para marcar el segundo gol, y se trastocó todo tras el primer gol suyo, ante el que no hemos sabido reaccionar, porque ellos estuvieron más cómodos y han obtenido un gran botín con un chut extraordinario”, ha analizado.
Ha advertido de que “aunque las sensaciones no son malas, nos sigue restando”, pero saben dónde están y que deben seguir “peleando con todo y contra todo” por lo que “cuanto antes se asuma y ejecute, mejor”. Eso sí, primero “hay que desconectar, recuperarse, rehacerse y seguir adelante”.
En el caso de este partido, la situación ha sido “diferente” a otros, tal y como considera, porque “ha sido el verse bien, ver cerca el segundo gol para tener un mayor botín”, pero se fueron “muy para arriba cuando se necesitaba más tranquilidad y aplomo”, lo que les hizo dejar al rival “más espacio” y permitirle marcar el primer gol.
“El empate nos dejó grogui y sin capacidad para reaccionar. La verdad es que estamos hasta las narices de dejar buenas sensaciones y que no se traduzcan en puntos, porque hemos tenido muchos partidos en los que hemos merecido más, siempre hemos tenido que estar en un gran nivel y cuando hemos dudado, nos ha ido en contra”, ha explicado.
Esta situación “es muy dura a nivel mental”, donde el equipo está demostrando “estar fuerte”, pero cree que “el fútbol está siendo injusto” y el reto ahora es “gestionar mejor las fases del partido, sobre todo los quince últimos minutos”.
Respecto a la lesión de Javi
Sánchez, ha precisado que están pendientes de que Joaquín dé negativo en el test del Covid para poder contar con él para el siguiente encuentro ante el Elche, aunque ha indicado que Miguel Rubio “lo ha hecho bien, con personalidad, y ha aportado mucho”.
Es consciente de que “todo parece ir en contra” del equipo y, por ello “cuando se logre el objetivo se hablará de una salvación épica”, y para ello el próximo compromiso ante Elche supondrá “un punto de inflexión, un antes y un después”.
En cuanto a los cambios, ha señalado que Hervías entró para “dar profundidad”, Marcos
André “para tener frescura y capacidad de remate” y el resto, entendieron que “el equipo estaba frágil” y querían “reforzar la parcela defensiva, porque después de su gol el equipo andaba débil y se cambió el sistema para fortalecerlo”, aunque no fueron capaces de hacerlo.
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