Sergio
González, técnico del Valladolid, habló en El Larguero (Ser) sobre las posibilidades de su equipo en una última jornada de competición en la que además de jugarse la salvación pueden ser jueces de LaLiga porque su rival es el Atlético
de
Madrid, que se juega el título con su rival ciudadano Real
Madrid.
“¿Si me veo en Segunda? Hay que ser realista, tenemos muchas opciones. Hay una luz al final del túnel pero no la vemos. Lo que está claro es que vamos a acabar con la mayor dignidad posible, por qué no consiguiendo una victoria ante el Atlético. A partir de ahí, ya se verá lo que pasa”, empezó diciendo el técnico.
“Hoy (por ayer) ha sido un día muy muy duro en Valladolid. Parecía que lo teníamos ahí pero al final no han salido las cosas como queríamos. ¿Si he salido a la calle? No, pero no por miedo. No has robado ni has matado a nadie. Todos necesitamos luto. Mañana o pasado saldré a la calle con normalidad. Todos hemos trabajado a destajo, pero no hemos logrado los resultados que queríamos”.
Sergio González asegura que “si no hubiera estado convencido de que lo podíamos hacer, hubiera dado un poso al lado. Pedí disculpas porque me siento muy responsabilizado y sobre todo en deuda con Ronaldo, por apostar por mí durante toda la temporada a pesar de esos vaivenes”.
Sobre las críticas recibidas por las últimas decisiones con la plantilla, dijo que “cuando las cosas no salen lo que no me gusta es no hacer nada. Me gusta acertar con las modificaciones. Lo hemos probado todo y no hemos estado acertados en nada. El primero, yo. Cuando las cosas no sale es porque los planteamientos son erróneos. Los cambios no nos han dado ese ‘plus’”.
La faceta defensiva, clave en el bajón del equipo esta temporada
Preguntado por la razón por la que esta temporada no hayan funcionado las cosas, Sergio aseguró que “he tenido que fallar. Excusas, pocas. Este año sollo hemos conseguido tres porterías a cero y ese no es nuestro ADN. No hemos tenido la fortaleza habitual en la parcela defensiva”. Y sobre si faltó motivación al final, dijo: “Yo hasta el día del Valencia a mis jugadores les vi convencidos. Después, Villarreal y Real Sociedad eran huesos muy duros y surgieron más dudas. No se bajaron los brazos pero te dabas cuenta de que la situación era muy complicada”.
“Hemos tenido un coaching a nivel mental y hemos tirado más del tema emocional para que se abstrajeran del entorno, pero al final cuando las cosas no salen…”. “Hemos tenido muchos déficit de forma física, ausencias atrás y eso nos hizo más débiles”.
Acerca de si la ausencia de público, dijo que “en varios partidos, en los últimos minutos, hemos perdido muchos puntos. El público nos hubiera ayudado seguro. Yo hubiera preferido que estuviera la afición”. “¿Que cómo motivaré a mis jugadores en la última jornada? Tirando de dignidad, de orgullo y de respeto al escudo”.
Sobre el trato de la gente de la calle, que en Valladolid ha dicho públicamente que quiere que se marche, dijo: “Forma parte del cargo y hay que irse con la cabeza alta, pero en la calle (no así en la prensa, que me ha señalado), he recibido el apoyo y el respeto de la gente”.
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