Pocos se fijan en él por culpa de su equipo, unos Oklahoma City Thunder que llevan tres años en el purgatorio de la NBA. Shai Gilgeous-Alexander, a fuerza de actuaciones estelares, está abriéndose paso en el plano mediático de la liga estadounidense. Su última jugada de mérito, el triple ganador en un enfrentamiento contra los Washington Wizards en que metió 42 puntos, terminó de subrayar la enorme evolución de un jugador poco valorado desde sus inicios.
Número 11 en el Draft de 2018, el que dieron mucho que hablar Luka Doncic y Trae Young, el jugador pasó desapercibido como novato a pesar de jugar una gran campaña con Los Angeles Clippers. Fue traspasado a los Thunder en la operación por Paul George, y ello le apartó definitivamente del foco mediático.
Desde entonces se ha acostumbrado a jugar bien pero perder, aunque este curso su crecimiento ya le permite tirar del carro en una franquicia que probablemente estaría en la más absoluta miseria sin él. “Su talento y cómo juega habla por sí solo. Lo que no tiene precio es su altruismo”, le elogia Mark Daigneault, su entrenador.
El salto en su cuarta temporada NBA le sitúa en números de MVP y con su equipo a las puertas de la lucha por el play-in con 7 victorias y 8 derrotas. 31,5 puntos, 4,4 rebotes, 5,8 asistencias, 2,1 robos y 1,5 tapones por encuentro en 36 minutos de juego. Es la carta de presentación de una estrella, sin duda un firme candidato a estar en el All Star de Utah.
Contra los Wizards, Shai (o SGA), registró 42 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias con un 14-21 en tiros y un 2-3 en triples. Acumuló 30 puntos en la segunda mitad con un 9-10 en tiros de campo, 6-6 en un tercer cuarto magnífico en el que anotó 19 tantos para alimentar la remontada de su equipo (20-35 de parcial). Hasta la afición rival le cantó el “¡MVP, MVP!”. “Ni me di cuenta, pero está bien, es todo un honor. Es divertido pero no dejaré que se me suba a la cabeza”.
Imposible no hablar de él ahora. Shai, que puede dar muchas alegrías también a Canadá, forma parte también de las estrellas de futuro para una liga que necesita reinventarse de forma constante.