Shane Larkin ha sido el mejor de una Euroliga que, al final, quedará sin campeón. El base de Cincinnati ha encadenado una exhibición tras otra con el Anadolu
Efes. Al Bayern le metió 49 puntos, la mejor anotación de la historia de la Euroliga. Luego, fue MVP durante cuatro jornadas consecutivas, otro hito.
El Barça ya le había sufrido, en las pistas, como jugador del Baskonia. Ahora, también le sufre fuera de ellas. No se sabe todavía a cuento de qué han venido sus declaraciones, posteriormente matizadas, de que “el Barça debe tener un límite salarial cercano al de la NBA”. ¿Por haber incorporado a Mirotic hace un año? ¿Por presentar a Jasikevicius? ¿Por renovar a Oriola? ¿A qué viene el sarcasmo?
Aquí, desde Estambul hasta Madrid, todo el mundo hace lo que puede. ¿O nos es más caro el plan que leemos que tiene el Real
Madrid? De entrada, cortarían a tres jugadores como Laprovittola, Taylor y Mickey, que no se quieren ir. Tendrían que pagar por ello. Pretenden fichar al valencianista Abalde. Se ha publicado que costaría bastante más de un millón. Y no será el único fichaje. Suma y sigue. Pero, en cambio, Larkin sólo habla del Barça. Aquí, mientras los clubes cumplan con el ‘fair play’, a jugar y a dar espectáculo. Y el día que Larkin quiera regresar a la ACB, en el Palau será muy bien recibido.
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