Grupo conocido como la “cofradía del poder militar” busca polarizar este descontento.
Luego del discurso del general Carlos Gaytán Ochoa sobre que las Fuerzas Armadas se sienten “agraviados como mexicanos y ofendidos como soldados”, y un supuesto riesgo de golpe de Estado del que tuiteó el presidente AMLO el fin de semana, el abogado César Gutiérrez, especialista en derecho militar, consideró “imposible” que esto último suceda.
“En México no se mueve la hoja de un árbol sin el conocimiento del Secretario de la Defensa”, sostuvo Gutiérrez, en entrevista para Aristegui en Vivo.
El abogado reconoció que existe una molestia al interior de las Fuerzas Armadas, particularmente entre un sector de la tropa y los oficiales, ya que el presidente Andrés López Obrador prometió un aumento de sueldo a los soldados desde que era candidato a la Presidencia, y, por contrario solamente ha incrementado sus responsabilidades.
Sin embargo, consideró que una molestia de la tropa es muy distinto a una confrontación entre el Ejército y el Presidente.
“Es que el mismo Ejército se divide en dos partes: los jefes y generales, y lo que son los oficiales. Obviamente cada uno tiene molestias distintas”.
Desde su punto de vista, al titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Luis Cresencio Sandoval, le ha faltado capacidad de explicarle al Presidente cuáles son las necesidades básicas de los soldados a su mando.
¿Quiénes están detrás?
Para César Gutiérrez, la filtración a los medios del discurso pronunciado por el general Gaytán -que habría realizado él mismo-, forma parte de una estrategia de un grupo de altos mandos del Ejército, integrado por elementos retirados y en activo, que buscan preservar sus beneficios, a pesar de no formar parte del grupo cercano al titular de la Sedena.
Este grupo es conocido como la “cofradía del poder militar”, y son aquellos que llevan décadas ostentando el poder en los diferentes puestos de la plana mayor de la Sedena, pero “se han visto afectados” tras el nombramiento de Luis Cresencio Sandoval como su titular, al ser una persona ajena a este grupo.
“Ellos conocen el interior de las fuerzas armadas, porque muchos de ellos son generales en retiro que conocen cual es la ideología del personal militar, y que han aprovechado este punto de rompimiento que ha existido entre los altos mandos militares con cierto grupo de la sociedad civil”.
Su estrategia ha consistido en polarizar este descontento, “encaminado hacia lo que ellos están buscando”, dijo el especialista.
“Muchos de los puestos importantes de seguridad que se encuentran fuera de la Secretaría de la Defensa, como el encargado de seguridad de la CFE, de Pemex, o de cualquiera de las dependencias federales, eran encabezados por personal militar retirado. Muchos de esos cargos iban para esa cofradía, como una forma de seguirles dando un beneficio a los amigos, a los compañeros, para que siguieran manteniendo un estatus sin ningún problema”.
Pero al llegar el nuevo secretario de la Defensa, “se acabaron este tipo de cuestiones, pero obviamente se ven afectados en su interés”.