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si la caja de tus fresas tienen esto, tírala inmediatamente a la basura

Las fresas son una de las frutas que más se consumen en primavera. pero también es fácil que nos demos cuenta de lo poco que duran si no sabemos elegirlas bien. De hecho, debemos tener mucho cuidado ya que basta con que una fresa esté en mal estado para que el resto se pongan también malas en poco tiempo. Por ello, debes fijarte en si la caja de tus fresas tiene lo que ahora te contamos y en el caso de que así sea, será mejor descartarla de inmediato.

Cuidado si tu caja de fresas tiene esto

En el caso de que hayas comprado una caja de fresas y la hayas llevado a casa, debes sacarlas de esta, colocarlas en un recipiente que esté seco y limpio y colocarlas en el frigorífico. Solo de este modo podrás garantizar que te duren más tiempo. No hace falta que las laves ni que les quites el tallo, eso ya lo harás a medida que las vayas comiendo.

Y por otro lado, debes fijarte y tener mucho cuidado en que la caja de fresas muestre un producto que esté bien de color  y textura. Saber fijarse en los distintos aspectos de esta fruta, te permitirá diferenciar si están en buen o mal estado.

Toma nota entonces y fíjate en lo que ahora te decimos, para descartar aquellas fresas de la caja que veas que no cumplen con lo que se espera de un buen estado para esta fruta.

  • El color: las fresas deben tener un color rojo intenso y uniforme, sin manchas verdes o blancas que indiquen que están verdes o con moho. También deben tener el rabillo verde y fresco, sin signos de marchitamiento o sequedad.
  • El olor: las fresas deben tener un olor dulce y agradable, que invite a comerlas. Si huelen a ácido, a vinagre o a podrido, significa que están en mal estado o que han fermentado.
  • El tacto: las fresas deben tener una textura firme y jugosa, que se note al pulsarlas o apretarlas ligeramente. Si están blandas, arrugadas o acuosas, es que están demasiado maduras o que se han deteriorado.
  • No te olvides además de la importancia del envase o la caja en la que compres tus fresas. Deben estar bien empaquetadas, sin golpes ni humedad en el envase. También hay que evitar las que estén apelmazadas o amontonadas, ya que pueden aplastarse o dañarse unas a otras.
  • El sabor: cuando ya tengas las fresas en casa y vayas a comerlas, has de saber que fresas deben tener un sabor dulce y ligeramente ácido, con un toque de frescor. Si saben amargas, insípidas o rancias, es que están estropeadas o que han perdido sus propiedades organolépticas.

Siguiendo estos consejos, vas a poder elegir unas fresas en buen estado y disfrutar de su sabor y sus beneficios para la salud. No olvides que esta es una fruta muy rica en vitamina C, antioxidantes, fibra y agua, que nos ayudan a fortalecer el sistema inmunitario, a prevenir el envejecimiento celular, a mejorar el tránsito intestinal y a hidratarnos.


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