El Real Madrid gracias a su fe inquebrantable y una mentalidad a prueba de bombas, se ha convertido en el gran bailarín de la presente Champions League. Sobrevivió en octavos al baile del PSG durante unos 150 minutos, después hizo lo propio con el baile del Chelsea en el Santiago Bernabéu y en Manchester repitió contra el City de Guardiola. Ver para creer. Inexplicable.
Desde luego que el conjunto de Pep juega mucho mejor contra conjuntos más modernos, no prehistóricos como el Atlético de Madrid, en un partido en el que si Mahrez llega a estar mínimamente acertado igual el resultado hubiese cambiado, y bastante.
Un 4-3 que en mi opinión dejó en evidencia el acierto de Simeone al buscar en la ida en el Etihad Stadium volver con la eliminatoria abierta. Bien metidos atrás para tratar de aprovechar alguna oportunidad, ya vimos como se las gasta la defensa del City. Si Llorente llega a acertar en la que tuvo….
Luego tratar de cerrarla en el Wanda Metropolitano ante tu afición, todo ello después de haberle desgastado en el primer partido y que llegasen más cansados aún por el enfrentamiento contra el Liverpool. A posteriori el plan suena bien. Pero no salió bien y eso que como reconoció Guardiola en rueda de prensa: “Si hubiesen marcado un gol, seguro que yo no estaría hablando aquí de que nos hemos clasificado”.
Un buen plan que se llevó una lluvia de críticas. Decían que tendría que haber salido a jugar al fútbol, haber adelantado líneas… peros los planes que escucho son muy difusos. Me recuerdan a aquel entrenador de barrio que en el partido les pide a sus chicos que salgan con el balón jugado y entre semana trabaja con filas y físico. ¿Cuándo entrenas la salida de balón?
No se crean que mi curiosidad por encontrar planes más elaborados que lleven al éxito contra el Manchester City en el Etihad Stadium me llevó a hablar con entrenadores profesionales off the record y la mayoría me aseguró que su planteamiento no hubiese sido tan diferente al del Cholo. Y es que en un intercambio de golpes sobrevive el Real Madrid, y poco más.
Así que la conclusión que sacó del City-Real Madrid es que sino sabes bailar igual te toca defender.