Defensoras y defensores de derechos humanos en México cuentan cómo están trabajando y por qué los derechos humanos deben estar en el corazón de la respuesta a la pandemia.
“Las familias que viven del trabajo callejero, las más olvidadas, carecen de por sí de vivienda, educación, empleo; sus derechos humanos son violados. Los apoyos del gobierno no están pensados para esta población. Además, si no traen cubre bocas, se los puede cargar la poli y no van a poder cumplir jamás esto de quedarse en casa. La discriminación se marca más con la pandemia”, asegura Otilia Arellano Fonseca, representante de Amigos Trabajando en los Cruceros.
Su testimonio es parte de la campaña de la ONU que busca hacer resonar las voces de quienes se dedican a la defensa de los derechos humanos y mostrar qué es lo que están haciendo durante esta pandemia por Covid-19.
Sobre ello habló este viernes, en Aristegui en vivo, el representante adjunto de la ONU-DH, Jesús Peña Palacios, quien pidió que “nos ayuden a difundir estos mensajes que van reflejando cómo se han sentido las personas defensoras; esto es una voz de reconocimiento a ellos”.
Otro testimonio es el de Nadín Reyes Maldonado, hija del desaparecido político Edmundo Reyes Amaya, quien afirma que la pandemia no los silenció ni paralizó, pues la lucha por encontrar a los suyos continúa:
Julio Mata, de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y Víctimas de Violaciones a los Derechos Humanos, dice que las víctimas de los crímenes de Estado no se callan:
Andrea Santiago, coordinadora de la Causa Trabajo Digno en Nosotrxs, anota que la defensa de los derechos de las trabajadoras del hogar es el mejor escudo para reducir la vulnerabilidad que enfrentan en la pandemia:
Aquí otros dos testimonios de activistas: 
