“Si se veta el 5G de Huawei subirán los precios y se retrasará la innovación”



“Estamos preparados”. El consejero delegado de Huawei España, Tony Jin Yong (Hangzhou, 40 años), dice no temer el veto de Donald Trump. Washington apretó el gatillo contra el gigante chino el pasado mayo y lo incluyó en una lista negra que impide a las empresas estadounidenses hacer cualquier negocio con la firma tecnológica de Shenzhen. El nubarrón se hizo más obscuro cuando Google anunció que dejaría de dar soporte a los dispositivos de Huawei y no se disipó ni después de que la administración de EE UU concediera una prórroga al veto hasta el próximo 19 de agosto. “En realidad el veto ya entró en vigor porque la licencia tiene muchas limitaciones, pero no nos importa: la compañía está preparada y tenemos la confianza de la sociedad, de los consumidores y de la industria”, insistía Jin el pasado jueves durante una entrevista en la sede de la compañía el norte de Madrid. “No habrá ningún impacto para los dispositivos que ya se han lanzado; para los venideros encontraremos soluciones”, asegura. “Los usuarios no tienen que preocuparse”.

Pero la incertidumbre crece. Tanto alrededor de Huawei, una “amenaza para la seguridad nacional” según EE UU, como en general sobre el control de las redes 5G, llamadas a cambiar el mundo tal y como lo conocemos y catapultadas por Washington al centro de la batalla comercial con China. Las infraestructuras de quinta generación de telefonía móvil, de la cual Huawei es el primer proveedor mundial, representa según EE UU una puerta de entrada al espionaje chino; Europa, que está diseñando su estrategia 5G, reconoce que el Internet ultrarrápido supondrá retos para la ciberseguridad y ha solicitado a los Estados miembros que identifiquen riesgos para elaborar una lista de proveedores, servicios o productos que puedan suponer una amenaza.
“Nuestra sociedad está cada vez más conectada, así que entendemos las preocupaciones […]y por ello pusimos la ciberseguridad encima de nuestras prioridades” defiende Jin, quien añade que el 5G cuenta “desde el diseño del sistema” con definiciones de seguridad más estrictas. “Pero, ¿quién espía a quién?”, se pregunta. “Huawei no tiene acceso a los datos porque proporciona el equipamiento, son los operadores que lo integran todo y dan el servicio a los usuarios: nosotros no podemos acceder ni manejar los datos de la red, da igual que sea 3G, 4G o 5G. Por ejemplo, ¿en los smartphones quién tiene los datos? Los inventores de los sistemas operativos: Google y Apple”, insiste.
España, donde Huawei es número uno en venta de smartphones —segundo en el mundo, por detrás de Samsung— y líder en despliegue de redes 5G, ya ha remitido a la Comisión Europea su negativa a que la firma china sea incluida en la lista negra comunitaria, pero ha sugerido diversificar a los suministradores de Internet ultrarrápido. Aunque Ericsson y Nokia se presenten como alternativas al gigante asiático para el 5G en Europa, el sector coincide en que la implantación de las redes de quinta generación se retrasaría al menos dos años si la prohibición estadounidense a Huawei llegara a la UE. “También aumentarían los precios, porque se reduciría la competencia […] y se retrasaría la velocidad de la innovación”, alerta Jin.
Huawei sabe que tiene músculo y lo enseña. “En Europa hasta el momento se ha anunciado el lanzamiento comercial de siete redes 5G […]. De esas siete, seis están mayoritariamente apoyadas en Huawei”, recuerda el directivo, que niega cualquier vinculación con el Gobierno chino. “Somos una compañía 100% privada, pero no podemos decidir dónde nacer”, insiste. “Ni tenemos la intención, el poder o la voluntad de pedir al Gobierno chino que intervenga”, añade el directivo, y se muestra confiado en que la UE no replique el veto de Washington. “Europa es un mercado abierto a todos los inversores y compañías que respeten las reglas; la decisión de EE UU, sin tener ninguna prueba, es un comportamiento incorrecto contra la globalización y el espíritu del comercio libre y justo”.
“Ahora somos el número uno en el mundo [En 5G]. Y estamos abiertos a la competencia porque permite que la tecnología evolucione, los costes se reduzcan y los usuarios tengan más alternativas”, continúa Jin, quien ha definido a Huawei como una moneda de cambio en la batalla comercial que se está librando entre Washington y Pekín. “Yo creo que EE UU está asustado, que un pequeño grupo de políticos, por la guerra comercial, malentiende el liderazgo porque el liderazgo no se consigue con vetos […]. Si no puedo superarte, te prohíbo. Es una mentalidad totalmente equivocada, creo que están cometiendo un gran error”, continúa: “Es como si estuvieran intentando apartar a Huawei, pero se están apartando a ellos mismos como país”.
El sábado, Vodafone lanzó en España su primer servicio comercial de 5G a través de la red de Huawei. Pero el terminal de la firma china (Mate X 5G), inicialmente incluido en el estreno quedó finalmente fuera del catálogo. “Es solo un tema de fechas”, alega Jin. “El smartphone tiene que cumplir con la última fase de certificaciones”, aclara. El directivo tampoco se muestra preocupado con que el operador británico “pausara” en enero los nuevos despliegues del núcleo de su red 5G (core) en Europa, que realiza con equipos Huawei.
“El core es solo una pequeña parte de la red”, minimiza Jin, quien considera que la decisión del operador se debe más a un ejercicio de prudencia de cara al desarrollo de la nueva tecnología que a otras motivaciones. “Somos el principal socio de Vodafone España en esta campaña […]. La relación es excelente”, asegura. “Estamos contentos en España y tenemos planeadas muchas iniciativas”, añade el directivo de Huawei, el único proveedor de infraestructura de telecomunicaciones que está presente en los dos proyectos ganadores de pilotos 5G auspiciados por la entidad pública Red.es.
El lanzamiento del 5G en España es, de momento, una adaptación al 4G (estándar Non Stand Alone), pero pronto esta tecnología exhibirá todo su potencial. “El Stand Alone creo que estará disponible entre finales de este año y principios del próximo”, asegura y añade que precios caerán de manera drástica al aumentar los usuarios. “Un ejemplo: en Corea del Sur ya hay más de un millón de usuarios de 5G en dos meses, imagínate en seis o nueve meses… el coste de todos los productos bajará de manera significativa”.
Las ventas de dispositivos de Huawei cayeron tras el veto de Trump, pero Jin asegura que en España las cifras han vuelto a niveles normales. “Los usuarios no deben preocuparse porque hay mucha confusión, errores, rumores y falsos mensajes: los teléfonos [de Huawei] pueden ser actualizados, instalados los paquetes de seguridad, las aplicaciones de Google… todo se puede usar normalmente, así que no habrá ningún impacto”, insiste. Por lo menos para los dispositivos que ya se han lanzado o están en stock. ¿Y los terminales venideros? “Los futuros servicios de Google son un problema. Estamos hablando con ellos, que a su vez están negociando con la Administración estadounidense”, remarca.
Lo que sí aclara es que Huawei lleva tiempo trabajando e invirtiendo en un sistema operativo propio que podría reemplazar a Android. “No es un secreto”, añade, “pero cómo y cuándo estará listo no lo sé”. “Huawei quiere colaborar, ha contribuido enormemente al ecosistema Android, pero si un día ya no podemos usarlo, sin que sea nuestra intención, está claro que encontraremos alternativas. Tenemos la capacidad para hacerlo. Pero no se trata de Huawei, la cuestión está en otro lado”.


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