Si Unrwa desaparece, los palestinos perderán 'uno de los principales símbolos de su reconocimiento'

Si Unrwa desaparece, los palestinos perderán ‘uno de los principales símbolos de su reconocimiento’

El ministro israelí de Asuntos Exteriores pide la dimisión del director de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa), que se encuentra en medio de una tormenta desde el viernes. A raíz de la información facilitada por Israel, la organización de Naciones Unidas despidió a nueve empleados. En total, según Israel, 12 de ellos estaban implicados en las matanzas del 7 de octubre. La Unrwa ha abierto una investigación, pero los países donantes han decidido suspender su financiación, esencial para la supervivencia de la agencia. Los palestinos denuncian estos ataques de motivación política, porque su estatuto de refugiados palestinos depende de la Unrwa.

Entrevista con Jalal al-Husseini, investigador asociado del Instituto Francés del Cercano Oriente de Amán, Jordania, respecto a la posible desaparición de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa su acrónimo en ingles).

– ¿Por qué sigue existiendo hoy en día el estatuto de refugiado palestino?

Jalal al-Husseini (investigador asociado del Instituto Francés del Cercano Oriente de Amán, Jordania): Este estatuto de refugiado se ha transmitido de generación en generación, de padre a hijo, a través de la vía patriarcal. Es un derecho que persiste, porque sigue vigente el derecho al retorno o a una indemnización previsto en la Resolución 194 de diciembre de 1948, que establece que “a los refugiados que lo deseen se les debe permitir regresar a sus hogares lo antes posible o recibir a cambio una indemnización”. Mientras no se aplique esta resolución de la ONU o no haya una solución alternativa, la cuestión de los refugiados seguirá sin resolverse.

El ejemplo palestino demuestra que aún existen símbolos visibles de la permanencia o perpetuación de la cuestión de los refugiados, que también se refleja en la persistencia del mandato de la Unrwa desde 1950. Es una cuestión que sigue sin respuesta, y en eso estamos. Mientras la cuestión de los refugiados siga sin resolverse, ya sea mediante la repatriación -de una forma u otra, si es que aún es posible- o mediante indemnizaciones, seguiremos en un punto muerto. Por eso los refugiados pasan este estatus de generación en generación, a la espera de una solución permanente a su problema.

– ¿Es el retorno de los refugiados un tema especialmente delicado en las negociaciones entre israelíes y palestinos?

Obviamente es un tema extremadamente delicado. La posición palestina ha evolucionado, en particular la de los dirigentes palestinos que, desde finales de los años 80, han dejado claro en varias ocasiones que esta cuestión del retorno de los palestinos no debe hacer fracasar el conjunto de las negociaciones israelo-palestinas, que también conciernen al Estado. Desde finales de los años ochenta, la principal reivindicación de los dirigentes palestinos ha sido la creación de un Estado en Cisjordania y Gaza. Lo que los dirigentes palestinos exigen desde entonces es que Israel reconozca al menos en principio la existencia de este derecho.

– ¿Es éste el contexto en el que deben entenderse las críticas de Israel a la Unrwa?

La posición de Israel respecto a la Unrwa es bastante compleja. Por un lado, Unrwa representa para Israel el símbolo de la permanencia de este problema, que desearía ver desaparecer. Por otro lado, a falta de una solución, Israel es muy consciente de que la existencia de la Unrwa es un elemento esencial de la estabilidad en los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza. Israel, como potencia ocupante entre 1967 y 1994, gestionó a diario estas operaciones con la Unrwa. Existía un acuerdo operativo entre la Unrwa e Israel que establecía las normas de cooperación entre ambas partes.

Durante más de 30 años, la Unrwa ha trabajado con Israel, al igual que con cualquier otro país de acogida, como Siria, Jordania y Líbano. Israel conoce muy bien el funcionamiento de Unrwa. La mayoría de sus acusaciones se refieren al hecho de que algunos empleados locales de Unrwa eran militantes de Hamás. Pero se trata de una cuestión muy antigua. Desde los años sesenta, existe una norma de neutralidad en el seno de la Unrwa: todos los empleados, sea cual sea su filiación política, están obligados a velar por que su filiación no menoscabe la neutralidad de la agencia.

Foto: Reuters

Pero en ciertos casos, en caso de crisis política o de guerra, algunos de los empleados traspasan este límite. Ha habido investigaciones, y luego sanciones, contra quienes han infringido las normas de neutralidad de la Unrwa. Hoy se nos quiere hacer creer que esto es algo muy nuevo, pero viene de lejos, e Israel lo sabe muy bien. La Unrwa hace todo lo posible para que esto no ocurra, pero ha habido algunos accidentes y ha habido sanciones. Además, la Unrwa ha creado desde entonces una unidad de neutralidad, compuesta por funcionarios internacionales de la agencia, que recorren las instalaciones de la Unrwa para asegurarse de que se respetan sus misiones educativas, médicas y de otro tipo, y para comprobar que no hay signos llamativos de militancia en esas instalaciones, como consignas antiisraelíes. La Unrwa sabe perfectamente que esto podría socavar sus operaciones.

– Si la Unrwa desapareciera, ¿perderían los palestinos su estatuto de refugiados?

Este es uno de los problemas: los refugiados palestinos, al estar bajo el ala de la Unrwa, no forman parte del marco general de refugiados, no son atendidos por ACNUR, no están cubiertos por la Convención de 1951. El único elemento tangible de reconocimiento internacional de los refugiados palestinos es la Resolución 194, pero también es la tarjeta de registro de la Unrwa. Si la agencia desapareciera, sería muy grave para los palestinos, en el sentido de que perderían uno de los principales símbolos de su reconocimiento.

Dicho esto, los países de acogida se cuidan mucho de que no pierdan este estatus. Con la excepción de Jordania, los países árabes de acogida y la Liga Árabe han decidido no conceder la ciudadanía en reconocimiento de la nacionalidad palestina de los refugiados. Concederles la ciudadanía, en su opinión, equivaldría a asimilarlos completamente, a hacerles olvidar su derecho al retorno. Por lo tanto, son apátridas, excepto en Jordania, porque Jordania necesitaba mano de obra palestina y decidió concederles la ciudadanía manteniendo los campos, mientras seguía manteniendo el mandato de la Unrwa en su territorio.

– ¿Qué significaría para los palestinos perder su estatuto de refugiados, que les permite reclamar su derecho al retorno?

Han pasado sesenta, setenta años. Pocos refugiados piensan que algún día tendrán derecho a regresar a su pueblo, a lo que fue su pueblo, su ciudad en Palestina. Pero es una exigencia que se hizo en la Resolución 194 de la Asamblea General de las Naciones Unidas. No fue una resolución apoyada en su momento por los países árabes, sino por Estados Unidos, Francia y Turquía, así que fue una resolución apoyada por los países occidentales, una resolución que es la abanderada de las demandas palestinas de retorno o compensación.

De hecho, no pueden perder su estatuto. Han sido expulsados de su país y los países de acogida los consideran refugiados. Si la Unrwa desapareciera, los países de acogida les darían tarjetas de refugiado, porque son refugiados. Pero los países árabes insisten en que son refugiados, que tienen derecho al retorno y a una indemnización.

RFI (Por Marine Lebègue)


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