si ves esto en las latas de tu paté, tíralo ya

El paté es uno de los productos de alimentación más consumidos en España, todo un clásico especialmente a la hora de preparar canapés o aperitivos varios, aunque también es perfecto para hacerte un delicioso bocadillo. Si sueles tener latas de paté en casa, ten mucho cuidado con ellas y si ves esto que te vamos a contar, tíralas inmediatamente y ni se te ocurra comer nada de su interior… ¡toma nota!.

Estas son las señales de que el paté está en mal estado

Aunque el paté es muy habitual y su consumo no supone peligro ninguno para la salud, si no se conserva o consume de forma adecuada puede llegar a provocar enfermedades, por lo que hay que estar muy atentos siempre que tengamos en casa y analizarlo bien antes de consumirlo cada vez que vayamos a hacerlo. Estas son las principales señales de que el paté está en mal estado, y las ves debes tirarlo inmediatamente y no consumirlo bajo ningún concepto:

  • Color: el paté tiene un color muy característico que puede variar en función del tipo que hayas comprado, pero una vez envasado tiene siempre el mismo color, por lo que si lo ves diferente no te lo comas. Además, si tiene puntos blancos o negros debes evitarlo también ya que pueden ser síntoma de que hay bacterias en el paté.
  • Olor: huele el paté para comprobar que no huele a podrido, cuando se pone malo huele mal rápidamente, así que tíralo al mínimo olor que no sea el de siempre.
  • Textura: si la textura del paté se ha vuelto viscosa es sin duda una clara señal de que está en mal estado.
  • Moho: si el paté tiene moho, tíralo inmediatamente, no cometas el error de quitar la parte con moho y conservar el resto, ya que el moho genera toxinas muy peligrosas para la salud que pueden haber contaminado todo y no sólo la parte que está afectada a nivel visual.

¿Cómo conservar el paté?

El envase de cristal es la mejor opción para conservar el paté en las mejores condiciones, preferiblemente el propio envase en el que lo compraste, mucho más recomendable de cristal que en lata o plástico. El cristal es totalmente higiénico, no modifica el sabor de los alimentos y se puede cerrar de forma completamente hermética. Si lo compras en una bandeja o cualquier otro envase que no se pueda cerrar bien, déjalo en ese mismo envase pero envuélvelo con film transparente o mételo en una bolsa hermética para evitar que se seque.


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