Siempre has hecho esto con el yogur al comértelo ¡y no deberías!

El yogur es uno de los alimentos más consumidos por mayores y pequeños en todo el mundo. Muchas veces, cuando vamos a comerlo, al retirar la tapa, nos encontramos con un poco de líquido en la parte superior, y lo que hacemos es tirarlo. Pero no debemos hacerlo porque en este líquido se acumulan un gran número de nutrientes y, por lo tanto, es beneficioso para nuestro organismo.

¿Qué es el líquido del yogur?

«Lo primero que debemos saber es que ese líquido se llama suero proteico. Es totalmente seguro y procede del propio yogur. La principal causa de su formación es el tiempo. De la misma forma que cuando dejamos una crema mucho tiempo en la nevera se separa la parte sólida de la parte líquida, en el yogur pasa parecido» cuenta el dietista-nutricionista de Nutrihabits Daniel Ursúa, según recoge el diario ‘ABC’.

El líquido del yogur no es sólo agua, sino que también contiene calcio, proteínas lácteas y fósforo. Al contrario de lo que se cree, no aparece porque el yogur esté caducado o en mal estado, sino simplemente por el movimiento durante el transporte. Teniendo en cuenta que tiene un aspecto acuoso y transparente, no es la parte grasa del producto, sino la parte proteica.

Por su parte, Alma Palau, presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas, explica el mejor truco para no desaprovechar el líquido del yogur si no nos gusta su aspecto: «En el suero, que eso es lo que se separa del resto, pueden quedar proteínas y minerales. Lo más acertado, si el aspecto no nos gusta, es removerlo con una cuchara, volver a mezclar y homogeneizar el producto antes de tomarlo».

Consejos para almacenar el yogur

Uno de los principales consejos para que el yogur dure en buenas condiciones el mayor tiempo posible es no guardarlo en la puerta de la nevera. Lo mejor es almacenarlo en el fondo del frigorífico, donde la temperatura se mantiene constante.

¿El yogur se puede congelar? Sí, pero es importante hacerlo antes de la fecha de consumo preferente. Cuanto más fresco esté, mejor va a conservar sus propiedades. Ahora bien, si no está elaborado con fermentos y leche entera, es muy probable que pierda su textura.

Si se trata de un yogur desnatado o de sabores, al congelarse suele perder su textura homogénea. Por lo tanto, tras descongelarlo hay que batirlo bien para recuperarla.


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