El Espanyol tocó fondo ante el Rayo en el RCDE Stadium, ‘regalando’ a su afición el peor partido en casa de los últimos años. Y con diferencia ante un aforo reducido (la tercera peor entrada del curso) y que acabó indignado, hundido y desgañitándose con los gritos de ‘Rufete, véte ya’ y ‘Directiva, dimisión’.
Se acabó la Semana Santa, pero no el calvario ni la condena para un Espanyol desconectado y que fue superado en todas las facetas por un Rayo que sí supo ser intenso y ambicioso.
Con 39 puntos, virtualmente salvado, los de Vicente Moreno se han quedado sin objetivos, en tierra de nadie. Y el jueves pareció que en algunas fases del partido, algunos ya estaban de vacaciones. Se ha vuelto a caer en una espiral tóxica y preocupante, a la que no ayuda la indefinición que planea en la dirección deportiva, sin saber quien pilotará la nave y si seguirá o no Vicente Moreno.
El equipo blanquiazul tiene un mes para reflotar la nave y acabar la competición lo más dignamente posible, reconciliándose con una afición que el jueves recibió una cruel ‘bofetada’ en su casa. Pero el calendario que le resta al Espanyol en esta recta final de Liga tampoco invita al optimismo, cinco partidos que son cualquier cosa, menos duelos asequibles. Toca apretar los dientes para que no arda Troya.
Para empezar el Espanyol juega el sábado día 30 en el Bernabéu ante un Real Madrid deseoso de cantar cuanto antes el alirón. Por lo que puntuar en feudo merengue se convierte en una tarea titánica, nunca imposible, pero sí complicadísima tal y como llegan los dos contendientes a la cita.
Una semana después (domingo 8 de mayo), los pericos reciban a Osasuna ya salvado, de ahí que no deberían escaparse los tres puntos si los de Vicente Moreno no quieren ‘divorciarse’ de una afición ya muy indignada. Tres días después (11 de mayo), en la jornada intersemanal, el Espanyol se medirá al Alavés en Mendizorroza, otro duelo ‘caliente’ y complicado pues los babazorros pueden estar aún apurando los escasos cartuchos para salvarse. Como el Granada, al que visitan en la última jornada, otro con el agua al cuello, que no querrá perdonar. Entre el Alavés y el Granada, los catalanes recibirán en casa al Valencia (15 de mayo), que podría estar peleando por esa posible séptima plaza liguera sinónimo, quizás, de Europa.
Un calendario que es cualquier cosa menos sencillo, para un Espanyol que necesita volver congraciarse con una afición desquiciada. Acabar con dignidad el campeonato. Vicente Moreno pidió perdón a la hinchada tras el KO ante el Rayo. Toca ahora demostrarlo en el césped.