Todo el mundo es bienvenido en Toronto. Por supuesto, también todos los extranjeros. Menos Goran Dragic. La afición de los Raptors, de las más animosas y bulliciosas, hizo retumbar al Scotiabank Arena con silbidos y abucheos en el partido de anoche contra los Bulls (113-105 para Toronto) cuando el base era nombrado o cada vez que recibía el balón. Le recordó que no le perdona sus reincidentes desprecios con el equipo ante medios y redes sociales. Cómo olvidar el “tengo ambiciones más altas que Toronto” que soltó en una entrevista.
Y él, tan ‘flamenco’, tampoco hizo mucho anoche para ganarse el perdón. Más bien, para ganarse más aversión. Con el morbo verte con el ex que te odia y provocarle, y como buen balcánico que se crece ante la más áspera adversidad, Dragic mandó dos veces callar al Scotiabank Arena. Tenía, eso sí, razones, pues aparte de los dos triples que precedieron al gesto, el base esloveno se marcó el mejor partido de la temporada con 16 puntos (6/10 en tiros de campo y 4/6 en triples), 2 rebotes y 2 asistencias en sólo 21 minutos. Los propios Bulls bromeaban en Twitter. “Dragic poniendo la salsa caliente en Toronto”, publicó la franquicia junto a uno de los triples del exterior.
Dragic, traspasado por los Raptors a los Brooklyn Nets en febrero, se convirtió algo como el enemigo en casa. Antes de empezar la temporada pasada su único curso en Toronto, ya no cayó nada bien cuando fue demasiado sincero en una entrevista en agosto de 2021. “Toronto no era mi destino preferido, tengo ambiciones más altas”, dijo el base en una entrevista tras estar seis años en Miami. En los Heat rozó el anillo -las Finales de 2020 perdidas contra los Lakers-, pero los Raptors habían sido campeones sólo dos años antes.
Dragic pidió perdón pero fue el inicio de una corta y fatídica etapa en Toronto, jugando sólo cinco partidos y saliendo en febrero, entre otras razones, porque la franquicia quería dar más espacio a los jóvenes, algo que el aceptó. Ya en los Nets, tras ser silbado en su primer retorno al Scotabiank Arena, el esloveno terminó de irritar a los fans de los Raptors con un post en Twitter con emojis de risas cuando el equipo de Nurse fue eliminado en primera ronda de play-offs contra los Sixers.
Pero la parroquia ‘raptor’ le estaba esperando y le respondió en masa con sorna por la red social cuando los Brooklyn Nets fueron arrasados también en primera ronda por los Celtics (4-0). Ni la afición de los Toronto Raptors le ha perdonado ni Goran Dragic quiere ser perdonado. Dos enemigos ya irreconciliables.