Simeone cumple con su promesa y Correa, en el campo


Mes de agosto. Diego Simeone y Ángel Correa tienen una charla pendiente. Y proceden. El Atlético de Madrid trata de sacar al jugador argentino del club. El Cholo quiere otro atacante (primero fue James Rodríguez, centrocampista ofensivo, y después Rodrigo Moreno) para completar la plantilla. Pero desde los despachos, le dicen que para que eso se produzca, Correa debe salir al Milan. La operación está en marcha. Pero Simeone se resiste a dejar salir a su compatriota. Tanto, que en esa conversación, Correa le pide marcharse encarecidamente. Se lo suplica.



Cree que no va ser protagonista en este renovado Atlético de Madrid y que cambiar de aires puede ser lo que más convenga a su carrera. El técnico lo entiende, pero le pide que reconsidere su postura. Le asegura que sí va a ser importante. Que va a contar con él, pero que si realmente su deseo es el de salir, no le cerrará la puerta del Metropolitano.

Correa sale con dudas de aquella conversación. El Milan sigue trabajando para tratar de cerrar la operación, pero no se acerca a las pretensiones del Atlético (unos 40 millones de euros). Pasan los días. Se cierra el mercado. Y Correa no sale. Obviamente, tampoco llega nadie al club colchonero, a pesar de que el acuerdo con Rodrigo y con el Valencia estaba cerrado. Todo se queda igual.

Y con el paso de los partidos, se ha demostrado que la promesa de Simeone era real. Las bajas de Diego Costa, Morata y Joao Félix han ayudado, cierto, pero el rendimiento del futbolista argentino ha estado por encima de esos condicionantes.

Es el noveno jugador de la plantilla que más partidos ha disputado en lo que va de curso, 21. El duodécimo con más minutos (1.175). El segundo máximo realizador del equipo, con cuatro tantos, los mismos que Joao. Y el que más asistencias ha dado, seis, dos más que Trippier. Correa se lo ha ganado. Simeone tenía razón.


Source link