El Atlético de Madrid vive un momento delicado. Quizás el más delicado desde que Diego Pablo Simeone se hizo cargo del equipo colchonero. En toda la etapa del Cholo al frente del cuadro rojiblanco, éste siempre se caracterizó por su capacidad de adaptación.
Lo demostró en los últimos tiempos. Por ejemplo, cuando el fútbol se paró a cuenta de la pandemia mundial, el Atlético fue uno de los que mejor supo adaptarse a la nueva situación. Partidos sin público, con cinco cambios… Aquella famosa ‘Liga de 14’ partidos que quedó por jugarse al volver, dejó un equipo rojiblanco que fue capaz de alcanzar el objetivo y fue, tras el Real Madrid, uno de los que más punto sumó en ese periplo.
Y a la siguiente temporada, con un curso extraño, aún sin público en la primera parte del mismo, igual. Arrancó tan fuerte que le sirvió para llevarse el título de Liga. Espectacular.
Por eso cuando se asomó una temporada como la actual, con un Mundial a mitad de curso y una acumulación de partidos nunca vista hasta el mismo, muchos pensaron que el Atlético iba a ser de nuevo uno de los que sacasen partido a esta circunstancia. Pero no ha sido así. De hecho, el factor disruptivo de la Copa del Mundo ha sido una de las cuestiones que explican el mal desempeño de los rojiblanco en este curso.
Así lo reconoció públicamente el CEO del Atlético, Miguel Ángel Gil Marín, en la carta que lanzó tras la eliminación europea del equipo. “La exigencia debe seguir siendo máxima, pero debemos entender que esta atípica temporada, partida con una Copa del Mundo, con lo que ello conlleva para la mayoría de los jugadores, lógicamente está alterando el rendimiento de una plantilla de este nivel”, señaló el mandatario.
Algo que él mismo le dijo a los jugadores en sendas reuniones que se produjeron tras la eliminación europea.
EL DOBLE MENSAJE DE SIMEONE
Claro, de puertas hacia afuera, el técnico del equipo, Diego Pablo Simeone, negó dicha circunstancia. Para él no había razón para pensar que el Mundial fuese uno de los aspectos que habían pesado en la bajada de rendimiento. “Va a ser un gran Mundial, van a llegar los jugadores de la mejor manera para rendir con sus países. Yo recuerdo con gran ilusión mi participación en el Mundial. No altera a los partidos que tienes que jugar (con el club), no imagino a ningún jugador, en medio de un partido, pensando en el Mundial. Me lo imagino queriendo ganar su partido, nada más”, explicaba antes del partido del Mallorca.
Obviamente, en pleno partido los jugadores efectivamente no iban a pensar en el Mundial de Qatar, pero lo cierto es que a la hora de arriesgar para volver tras lesión (como sucedió en algún caso), la cita mundialista sí que estaba en la cabeza. O a la hora de hacer determinados esfuerzos, et.
De hecho, al acabar el choque ante el cuadro balear, el propio Simeone dejó una reflexión que en cierto modo se contradecía con la realizada antes del partido de Soin Moix. El argentino venía a reconocer tácitamente que cuando sus jugadores vuelvan, ya sin el asunto del Mundial en la cabeza, quizás estén más centrados en solucionar lo que le está pasando al Atlético. “Está claro que un cambio, que se pare el campeonato en LaLiga va a generar un poco más de tranquilidad para poder trabajar, seguramente para poder recuperar en plenitud a los Koke, Lemar, Reguilón que obviamente necesitamos. Tras el Mundial, ojalá que vengan con la ilusión de poder revertir esta situación que es difícil”, señaló.