Centrémonos en la construcción de la futura ciudad deportiva. ¿En qué situación se encuentra ahora mismo?
Para proceder a su aprobación se llevaron dos anteproyectos a la junta del año pasado. El de Azitain y el de Areitio. Los accionistas se decantaron por el segundo. Con el anteproyecto elegido en la mano el proyecto se adjudicó a LKS en el mes de diciembre. A partir de ahí hemos redactado un proyecto que ha sido presentado a las instituciones competentes. En este caso el Ayuntamiento de Mallabia y la Diputación Foral de Bizkaia. Esto se ha producido y se han analizado las afecciones existentes, es decir, cómo afecta al monte, al suelo, si es que hay riachuelos, al estar en zona de aproximación aérea cómo afectaría al tráfico aéreo o la cercanía del vertedero de Betearte entre otras cuestiones. El resultado de todas ha sido positivo y lo que queremos hacer no afecta de una forma negativa a lo que hay alrededor. El siguiente paso es la redacción de la modificación del plan general de ordenación urbana. La empresa que nos hace el proyecto debe, y está en ello, redactar cómo se tiene que hacer para, respetando las mencionadas afecciones, poder instalar la ciudad deportiva. Estamos en ese paso y esperamos que se va a finalizar en las próximas semanas. Se va a presentar otra vez al Ayuntamiento de Mallabia. Es el plazo legal perentorio e impepinable que tenemos que cumplir. Con eso se va a empezar a modificar el plan general de ordenación urbana de Mallabia y la creación de un plan especial dentro de ese plan general para instalar allí la ciudad deportiva. En cuanto se dé la aprobación por parte del Ayuntamiento y la Diputación es cuando se podrán iniciar las obras.
Unos trabajos de envergadura que van a costar alrededor de 16 millones. Ha transcurrido ya más de un año desde que se dio luz verde al proyecto en la junta general ordinaria (se iba a hacer una extraordinaria en primavera, si bien se fue retrasando y decidieron incluir este tema en la habitual cita anual de finales de año) y la masa social está bastante preocupada porque no ve los progresos. ¿Entiende esa inquietud?
Es lógico. Cuando se aprueba un proyecto de este tipo lo que se quiere ver cuanto antes por parte de todos, y nosotros (el equipo de profesionales del club y el consejo de administración) somos los primeros interesados, es la excavadora en el solar de Areitio haciendo movimiento de tierras y preparando todo para instalar allí los campos de fútbol y los edificios colindantes. Eso va a ser lo más fácil (risas). Al hacer una instalación de semejante envergadura, en Mallabia, en Eibar o en cualquier lugar, tienes que cumplir con unos trámites que son casi tan importantes como lo que viene después. Que se cumplan los trámites urbanísticos es tan importante como que la hierba que se va a colocar esté en buen estado. Todas son condiciones ‘sine qua non’ para poder desarrollar la actividad que queremos hacer allí. Voy a confesar que en ocasiones es frustrante porque estamos haciendo un montón de trabajo, asistiendo a un montón de reuniones y tramitando un montón de papeleo para que todo esté ok y claro, como no se ven máquinas, tienes la sensación de que no se está haciendo nada.
Que no quede ninguna duda de que se está trabajando muchísimo y a diario en este asunto
Quizás lo que se puede echar en falta es algo más de información al respecto.
No esquivamos este tema en nuestras comparecencias públicas. Lo que ocurre es que la información que podemos dar quizás no satisfaga al que la vaya a recibir. Que yo cuente que he estado en una reunión en medio ambiente de la Diputación de Bizkaia o el Gobierno Vasco, que la presidenta haya hecho tal o cual trámite o que el responsable de obras e instalaciones haya estado en el Ayuntamiento de Mallabia mirando cómo va a quedar la salida a la carretera del parking de la ciudad deportiva quizás no sea una información lo suficientemente atractiva. Puede ser que así la gente se quedase más tranquila. No lo sé, es difícil detectar la frontera entre quedarte corto y pasar a vender humo y encontrar un equilibrio. Realmente el hacer un diario sobre todo lo que hacemos creo que puede resultar frustrante. Una vez que empiecen las obras, como hemos hecho con las de Ipurua, iremos informando del grado de avance y publicaremos vídeos en nuestras redes sociales, pero en esta primera fase en la que estamos es complicado dar información. Es un tema que todos los días sale algo y que no quede ninguna duda de que se está trabajando muchísimo y a diario en este asunto. Ya lo he hecho en entrevistas anteriores y reitero mis disculpas si alguien ha sentido que no ha tenido la información correcta o si ha habido algún detalle que no lo explicamos bien sobre el plazo de inicio etcétera. Si cree alguien que por mala comunicación se iba a meter la excavadora al día siguiente de la junta lo siento mucho.
Visto cómo están las cosas, ¿se aventura a dar algún plazo para que comience la ejecución? Recordamos que sí que dijeron que desde que se pongan en marcha la obra tardaría entre 18 y 20 meses.
El deseo sería que fuese a principios del año que viene. Aunque sea realizando las modificaciones necesarias en la vía pública para empezar la obra. No sé si lo vamos a poder cumplir porque no depende de nosotros. Ya no me atrevo a dar plazos, pero espero que será cuanto antes. Este proyecto es modular y una de las ventajas del emplazamiento elegido es que no hay que llevar a cabo grandes desmontes ni poner elementos de sujeción (eso es lo realmente costoso) y que permite el hecho de no contar con la instalación completa para que esté en funcionamiento. El otro anteproyecto que presentamos sí requería una obra tan importante que se tenía que hacer de una tacada. Podríamos empezar a funcionar de manera provisional para agilizar los plazos, aunque lo ideal es hacer las cosas bien y que esté todo en funcionamiento cuando cortemos la cinta. En una obra que ejecuta el club, va al patrimonio del club y los terrenos adquiridos, que son los del restaurante Esparru, ya están en nuestro balance. Hemos adquirido eso, tenemos compromisos de adquisición con el resto de propietarios de los terrenos adyacentes que, en cuanto se termine de definir el proyecto y tengamos la luz verde del Ayuntamiento de Mallabia y la Diputación de Bizkaia para lo que vamos a hacer, se van a adquirir. Son más de 20 y ninguno de ellos tiene relación con el club. De hecho, tal y como comentó Amaia Gorostiza en la junta, se descartó comprar un terreno situado en Elgeta porque uno de los propietarios era un consejero. El precio está cerrado y la obligación de compra es vinculante. No creo que exista otra opción a que esté a nombre del club (risas).
En Azitain no nos podíamos mover de los tres campos con una obra de una envergadura muy superior a la que vamos a acometer en Areitio, que puede albergar hasta cinco
¿En el otro anteproyecto también se habría tardado tanto tiempo?
Más. En Azitain habría que desviar un riachuelo que pasaba por la zona donde se pretendía ejecutar la ciudad deportiva por lo que además de todo lo que estamos tramitando en Mallabia tendríamos que tramitar la forma de desviar esa regata ante la Agencia Vasca del Agua y eso lleva todavía más tiempo y hasta que no lo haces no se puede aprobar lo otro. Me atrevería a decir que a pesar de que la voluntad de las instituciones en ese emplazamiento, como lo está siendo en Bizkaia, fuese total para hacerlo y nos apoyaran, porque la verdad es que nos están ayudando un montón dentro del cumplimiento escrupuloso de la legalidad, al igual que lo hubiese sido en Gipuzkoa, habría unos trámites legales que tendríamos que acometer y que nos llevarían a alargar el plazo.
A mucha gente no le ha gustado en absoluto que la ciudad deportiva se haga fuera de Eibar e incluso fuera de Gipuzkoa. ¿Había tanta diferencia entre ambos anteproyectos presentados como para que voces autorizadas dentro del club como los técnicos prefieran Areitio antes que Azitain o cualquier otra ubicación?
Sí. En primer lugar, por las posibilidades que nos ofrece un terreno sobre el otro. En Azitain no nos podíamos mover de los tres campos con una obra de una envergadura muy superior a la que vamos a acometer en Areitio, que puede albergar hasta cinco (lo más probable es que se llegue a esa cifra). Las posibilidades deportivas aumentan, tanto para el primer equipo como para nuestro fútbol base. Allí también tenemos la ventaja que al realizarlo en el alto el levantamiento de tierra es bastante pequeño, se hace dentro de la misma parcela, es decir, lo que quitamos de un lado va para el otro y por tanto la obra es mucho más sencilla de ejecutar. Asimismo, el coste de mantenimiento es mucho más sostenible porque las condiciones son mucho más propicias por la cantidad de sol y luz necesaria para el césped. Finalmente, es mejor económicamente.
¿De haber salido adelante la opción Azitain, sería viable teniendo en cuenta todos los contras a los que alude?
La inversión y los costes de mantenimiento se podrían acometer. Aun así, una opción era infinitamente mejor que la otra. Si la viabilidad se determina a esas cuestiones la respuesta es afirmativa. Ahora, a largo plazo hubiese llevado al Eibar a adquirir unos compromisos muchísimo mayores que los que va a adquirir en Areitio.
El Eibar no se traslada, sigue siendo eibarrés y teniendo su sede en Ipurua. Que la instalación deportiva esté en una localidad u otra no tiene importancia
Entonces, ¿por qué decidieron presentarla si no les gustaba del todo?
Nosotros nos comprometimos a que la decisión la iban a tomar los accionistas y que atendiendo a la sensibilidad que había en nuestra masa social con no salir de Eibar se iba a presentar una opción aquí y se presentó la más viable consensuada con el propio Ayuntamiento de Eibar. Fuimos allí, nos presentaron varias ubicaciones, se hizo un estudio exhaustivo de todas ellas y era la más idónea. Se cumplió la palabra que habíamos dado a los accionistas antes de las elecciones. También se contemplaron las otras ubicaciones (Kaskarren, Bolingua, Unbe y Matsaria) que proponía la candidatura que no resultó elegida en las elecciones.
¿Qué le parece al Athletic que una entidad guipuzcoana entre en Bizkaia?
A nivel institucional nunca hemos tenido ni con la actual junta directiva ni con la anterior ningún tipo de problema. Es un territorio que está en la comarca de Debabarrena, que es la misma a la que pertenece Eibar. El hecho de la ubicación de la ciudad deportiva no creo que vaya a afectar a los intereses de un club u otro. Si hubiese estado en Azitain no creo que hubiese afectado de forma distinta a los intereses de la Real Sociedad. Vamos a construir un centro de alto rendimiento que va a ser propio y en conjunto el que va a salir fortalecido es el fútbol vasco. No olvidemos que todas estas inversiones que estamos acometiendo los clubes de Primera hacen que el impacto del fútbol en la economía de Euskadi siga siendo mayor. Respecto a que los niños menores de 14 años puedan competir, la norma foral guipuzcoana en nuestro caso es muy clara. Los jugadores tienen que estar inscritos en un club de su localidad. Por lo tanto, el Eibar no se traslada, sigue siendo eibarrés y teniendo su sede en Ipurua. Que la instalación deportiva esté en una localidad u otra no tiene importancia. A dónde te traslades tiene que ser indiferente siempre que sea cerca. La ley está de nuestra parte y no vamos a hacer ningún tipo de parche.
Ahora están asentados en la élite. No obstante, ¿si el escenario cambiase hasta un extremo no deseado pero posible, habría riesgo de que la ciudad deportiva quedase abandonada?
Como les ha ocurrido a muchos grandes clubes, puede pasar perfectamente que caigamos fuera del fútbol profesional. El paso del Eibar por Primera durante estos últimos seis años y los recursos generados nos tienen que servir para darnos cuenta de que este club ha cambiado en su dimensión. El objetivo en el que está trabajando nuestro grupo profesional, antes de que se inaugure la ciudad deportiva, es hacerla rentable. Tiene que ser un punto de rendimiento deportivo de referencia para todos nuestros equipos y un centro que pueda dotarnos de mejores recursos. Hemos perdido muchas oportunidades de generar muchos recursos adicionales por no contar con instalaciones propias. Esto tiene que ser visto como una inversión a destinada a rentabilizarse tanto en el área deportiva como económica e incluso estando en Segunda sea autosostenible. Ese es el reto que tenemos como gestores.
No podemos vivir dando la espalda a la ciudad ni pasar por encima de nadie. Tenemos que ir de la mano
Volviendo a Ipurua, ¿queda mucho para que esté totalmente acabado?
Marcha a toda máquina y queremos que para primavera del 2020 tengamos todo finalizado No pudimos terminar la cubierta que une las tribunas norte y oeste para el partido del Real Madrid, que era uno de los objetivos que teníamos, por las inclemencias meteorológicas. Quitando eso, ya se está cimentando lo que va a ser parking de autobuses y la base del futuro anexo, que, aunque nos vendría fenomenal, no tendrá medidas reglamentarias porque no hay sitio. Es necesario porque hay ciertas actividades como la escuela de fútbol que tienen que estar ahí, pero será igual que el anterior. Cuando buscamos el encaje de las instalaciones que tenemos debemos ser conscientes de que en el entorno existen unas necesidades más allá de las nuestras. La ciudad de Eibar precisa de una ampliación del polideportivo que está al lado del campo. El Ayuntamiento ha adquirido el terreno de las monjas para poder realizar ese proyecto y ya nos ha dejado siete metros adicionales que no afectan a dicha obra. No podemos vivir dando la espalda a la ciudad ni pasar por encima de nadie. Tenemos que ir de la mano.
¿Tiene este proyecto de reforma algo de lo expuesto en Ipurua Tallarra?
Creo que lo hemos mejorado. Por ejemplo, Ipurua Tallarra no preveía la segunda planta de la tribuna principal. Ese proyecto fue una idea de remodelación integral del campo por fases y que empezó a ejecutarse con la tribuna norte. De Ipurua Tallarra sólo se ejecutó la primera fase, aunque algunas cosas de las que se han hecho sí han sido similares y otras no. Todas ellas con acuerdo unánime del consejo y cumpliendo las premisas que se ponían desde el principio. Yo he estado en los dos proyectos y aquel ya es pasado. Además, siempre he defendido en múltiples foros que los bienes y recursos que obtengamos durante nuestros años en la máxima competición profesional se tienen que destinar a crear patrimonio para el club porque eso es lo que queda. Se ha hecho un proyecto a medida del Eibar, las obras se han realizado garantizando la sostenibilidad económica en todo momento del proceso de reforma y en una grandísima parte con recursos propios y han tenido una envergadura que al final entre todas las fases hemos invertido 20 millones para convertir Ipurua en un campo de Primera. Me quedaría con eso. No sé si es faraónico o no, lo que está claro es que el Eibar ha realizado un esfuerzo importantísimo en un equipamiento que no le es propio porque es municipal y sobre el que tiene un derecho de cesión de uso únicamente. Es evidente que se necesitaba para seguir generando más recursos y ahora contamos con nuevos espacios que lo permiten, aunque en los casos del Rayo Vallecano o del Celta de Vigo las reformas las han hecho la municipalidad.
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