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Atlético de Madrid se jugará su presencia en los octavos de final de la Liga de Campeones, objetivo esencial para la presente campaña y para el futuro de la próxima. Y lo hará en Salzburgo, en la cuna de Mozart, para dilucidar si lo que sonará al final del mismo será la sintonía de la Champions o el réquiem del final de su camino en esta competición. En uno de los lugares más emblemáticos de la historia de la música, este Atlético que ha cambiado su estilo y suena a orquesta bien afinada, tendrá que sacar al menos un punto. A los de Simeone les servirá con un empate o una victoria ante el RB Salzburgo. Pero la mala noticia es que al cuadro austriaco, que ya avisó de su vocación ofensiva en el partido del Metropolitano, sólo le sirve la victoria para pasar a la siguiente ronda.
Y eso anticipa, tal y como dijo Simeone en la previa, un partido similar al de Madrid, de ida y vuelta, con muchas oportunidades. El Atlético no rehuirá el intercambio de golpes aunque le bastase con un empate. Así lo avisaron los propios protagonistas. Para el equipo colchonero es imperioso estar en los octavos de final de la Champions, por cuestiones deportivas y económicas. El club presupuestó su presencia en la siguiente ronda y en un momento como el actual, con la pérdida de ingresos generados por el coronavirus, sería dramático para el club colchonero quedarse fuera a las primeras de cambio.
El Atlético quiere trasladar al frente europeo su juego y resultados de LaLiga, donde no ha perdido aún, donde sólo ha encajado dos goles en 10 partidos, donde encadena siete victorias consecutivas, donde manda en la clasificación… En la Champions, por contra, esa fiabilidad no ha sido la misma. La derrota ante el Bayern de la primea jornada marcó un viaje irregular que se complicó con los dos empates ante el Lokomotiv. Simeone defiende que el Atlético habría merecido alguna victoria más, pero la realidad es la que es y expone que el partido de este miércoles es una final en toda regla. A todo o nada.
El Atlético llega a Salzburgo buscando los octavos de final
BAJAS Y AUSTRIACOS
El Cholo no podrá contar con Costa, Giménez ni Manu Sánchez, lesionados. Pero sí tiene ya desde el fin de semana a Luis
Suárez, que buscará acabar con esa increíble sequía que dura cinco años, la de no marcar en Champions a domicilio. Por su parte, Kondogbia no está inscrito.
También vuelve Carrasco, que se cayó del partido ante el Valladolid por unas molestias. Se plantea un once con Oblak, Trippier, Savic, Felipe, Hermoso, Carrasco; Llorente, Koke, Saúl; Joao Félix y Suárez.
Por su parte, el Salzburgo, que busca hacer historia, ser el primer austriaco en octavos, llega tras una derrota en su competición liguera, pero la realidad es que manda sin problemas y cayó con un equipo con muchas ausencias entre sus titulares. Vamos, que el técnico Jesse Marsch reservó jugadores para la cita de hoy.
El preparador estadounidense tiene las bajas de Youba Diarra, Antoine Bernede y Ousmane Diakité. La principal amenaza ofensiva del Salzburgo y cerebro del ataque austríaco es el interior húngaro Dominik Szoboszlai, de 20 años, quien ha marcado ocho goles y ha sumado nueve asistencias en 17 partidos esta temporada, un jugador al que persiguen todos los grandes y que ya marcó al Atlético en el Metropolitano.
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