Decenas de ciudadanos sirios residentes en España pidieron este sábado en Madrid el fin de la guerra en su país, una situación que, según ellos, solo llegará con la caída del presidente de Siria, Bachar Al Asad, al que acusaron de perpetrar un “genocidio” contra la población civil.
Los manifestantes, convocados por la Asociación Siria en España, enarbolaron banderas con la franja verde, blanca con tres estrellas rojas en el centro y negra, la enseña que utilizó el Ejército Libre Sirio, opositor a Al Asad, para diferenciarse de la bandera oficial, roja, blanca con dos estrellas verdes y negra, que según los opositores representa únicamente a las fuerzas progubernamentales.
También colocaron un pasillo con las banderas de Rusia, Irán y la oficial de Siria para que los asistentes a la protesta las pisotearan y sostuvieron pancartas con lemas contra la “pasividad” del mundo occidental en el conflicto, en las que también calificaban a Al Asad como un “dictador“.
Foto vía Reuters
Majad Al Din, presidente de la Asociación Siria en España, dijo que la situación en Siria está “mucho peor que antes” porque la guerra en Ucrania, país con el que la protesta se ha solidarizado, ha hecho que “todo el mundo esté en otros temas”, mientras que el encarecimiento de la gasolina o la comida y la caída de los salarios en el país, sumado al terremoto que afectó a ciertas regiones septentrionales, han dejado a Siria en una coyuntura “terrible“, según afirmó.
En declaraciones a la prensa, Al Din se mostró escéptico con un eventual cambio de régimen tras las elecciones sirias, previstas para el mes de mayo, en tanto que, en su opinión, Al Asad “es un dictador y tiene las elecciones hechas desde hace 40 años con su padre” y antecesor en la presidencia, Hafez Al Asad, por lo que ve como única solución que los países árabes y Occidente formalicen “un acuerdo para echarlo”.
La fecha más ampliamente considerada como el inicio de la denominada Revolución siria es el 15 de marzo de 2011, aunque no existe consenso sobre el primer desencadenante de las revueltas populares contra el Gobierno de Bachar Al Asad, que también han cumplido 12 años.
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