Alexander Smolyar dio un golpe en la mesa y consiguió hacer una carrera brillante, entrando con más de ocho segundos de ventaja. No cometer ningún error ha sido la clave para que el piloto ruso, que corre bajo bandera neutral, consiguiera su segundo podio de la temporada. Zane Maloney y Oliver Bearman han completado el top 3 de la carrera de Hungría.
Salida sin visibilidad
La carrera comenzó con la incertidumbre del tiempo. Los monoplazas salieron con reglajes de mojada cuando ya no llovía, con la esperanza de que volviera a mojarse la pista. Cuando se apagó el semáforo, solo se veían gotas de agua que se levantaban del asfalto y pese a las dificultades de visión, la salida fue muy limpia, con un destacable Vidales que adelantó a más de siete coches.
Alexander Smolyar tenía la ventaja de no tener nadie delante y, por lo tanto, tener una buena visibilidad que pudo utilizar para vuelta a vuelta distanciarse de los perseguidores, Zane Maloney y Oliver Bearman. Isack Hadjar que el sábado se convirtió en el nuevo líder del mundial, llegó a caer hasta la decimoctava posición tras tener que irse por fuera.
Las vueltas pasaban y los neumáticos se deterioraban. Poco a poco, la pista se iba secando. Los jóvenes pilotos trataban de buscar las zonas húmedas para evitar un recalentamiento de las gomas mientras esperaban a que volviera la lluvia.
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Arthur Leclerc, que fue penalizado el sábado por un toque con Crawford, supo resurgir ante un difícil panorama. El piloto monegasco consiguió ir adelantando puestos, incluso rebasando a sus rivales de dos en dos. Pero el protagonismo hoy no fue para él. Roman Stanek, David Vidales, Reece Ushijima protagonizaron la mayor de las luchas por el décimo puesto a mitad de carrera.
Estrategia de neumáticos
A falta de nueve vueltas, Francesco Pizzi fue el primero en atreverse poner los neumáticos de seco y, pese a que los pianos todavía guardaban mucha agua, los pilotos comenzaron a pasar por boxes para continuar con la misma estrategia. Ante las dificultades de calentar las gomas con una pista muy fría, los pilotos tuvieron que demostrar su capacidad de mantener el coche en pista en los primeros giros, ya que con el paso de las vueltas la conducción sería más sencilla y tendrían unos mejores tiempos.
Crawford se mantuvo cuarto durante toda la carrera, pero cuando tan solo faltaban cuatro vueltas para el final decidió atacar a Bearman para tratar de hacerse con el último cajón. En medio de la lucha se metió un doblado, Edgar, que traba de desdoblarse gracias a las mejoras de tiempo que tenía por los neumáticos secos, lo que beneficio a Bearman para mantener más alejado a Crawford.
Los neumáticos de seco fueron capaces de hacer maravillas y tanto Zak O’Sullivan como Juan Manuel Correa consiguieron hacer una gran remontada y meterse entre los diez primeros.
El podio finalmente fue para Alexander Smolyar a más de ocho segundos de sus perseguidores, Zane Maloney y Oliver Bearman y entraron pegados, obligando a utilizar la ‘foto finish’. Los colíderes Victor Martins y Isack Hadjar terminaron en undécima y decimonovena posición.