Roberto Soldado (34) está feliz en el Granada, todo lo contrario que cuando estuvo en el Tottenham las dos temporadas que jugó allí (2013-15). En una entrevista en The Guardian, el delantero valenciano, que después de la Premier y antes de recalar en el equipo nazarí pasó por el Villarreal y el Fenerbahçe, admite que su paso por los ‘spurs’ no fue fácil. ¿La razón? Entre otras, que coincidió con la explosión del fenómeno Harry
Kane.
“Estoy realmente feliz por él, por su éxito, especialmente por la persona que es. Me hubiera gustado que hubiera esperado un poco…. (ríe). Siempre digo que si hay un período de mi carrera con el que no estoy contento, es mi etapa en el Tottenham. Es que tuve que lidiar con el boom de Harry Kane…” (vuelve a reír). “Vi su nivel en el entrenamiento y era increíble. No creo que haya un límite para lo que puede hacer. Todavía no hemos visto lo mejor de él”. “¿Si es lo suficientemente bueno como para verle triunfar en el Real Madrid? Me gustaría verlo”.
“No me arrepiento de haber ido al Tottenham en absoluto y estaba convencido de que todo iría bien. Pensé que, con mi estilo, iba a encajar bien, pero cuando fui … bueno, fue todo lo contrario. Si hay una cosa con la que no estaré totalmente en paz el día que me retire, es cómo jugué en Inglaterra“, confiesa.
Soldado desvela en la entrevista que ahora “peso siete kilos menos que cuando jugaba en el Real Madrid (21 años). Veo fotos y me da vergüenza…”. Y explica que aún no se ve retirándose. “Si naciera de nuevo, volvería como futbolista. Este es el trabajo perfecto, nadie quiere que termine. No pienso en el poco tiempo que me queda, no quiero, pero sé que se acerca “.
Su pasado ‘galáctico’
Soldado también recuerda su pasado ‘galáctico’: Entonces era un niñato. No sabía muy bien dónde estaba. Había jugadores como Figo, Zidane, Raúl, que eran súper profesionales, pero yo seguí a,los que no debía (ríe) y salía pensando que era más grande que Beckham. No estaba mentalmente preparado. Es difícil. Me gustaría haber tenido la oportunidad de jugar para ese equipo al 100%. Miro hacia atrás y pienso: ‘Qué niñato fui’. Alguien debería haberme agarrado, haberme dado una bofetada y haberme dicho: ‘¿Qué estás haciendo?’”.
Y sigue: “No me estaba cuidando, comía mucho. Miro las fotos y pienso: ¿cómo iba a jugar con los galácticos en esa forma? Si me hubiera cuidado más y hubiera sido más maduro, tal vez habría tenido más oportunidades. Esa idea no me la saco de la cabeza. Afortunadamente, mis padres y mi esposa estuvieron ahí para ponerme en el camino correcto”.
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