Un derbi va mucho más allá del juego, capaz de pulsar el estado de ánimo de sus protagonistas y también de sus aficionados. No solo hay tres puntos por ganar, también el respeto y el derecho a presumir durante varios meses. Mañana en Manchester se miden el City y el United en el Etihad con una previa marcada por una frase lapidaria de Solskjaer: “Al menos ahora jugamos el derbi cada año”, consciente de que hubo épocas en las que su vecino estuvo en segunda visión.
Durante mucho tiempo el City apenas inquietó al United, dinámica que empezó a corregirse hace una década cuando Sir Alex Ferguson tildó a su rival como el vecino ruidoso: “No tiene nada que ver respecto a cuando era jugador. Son mucho mejores”, agregó el noruego, que quiere preservar el aroma de un choque que siempre es especial: “Antes se permitían más entradas, ahora es más técnico y táctico. Pero no hay que olvidar que no es baloncesto. Un derbi es un derbi”, remarcó.
Se nota que Solskjaer le tiene ganas al City, sobre todo después del convincente triunfo frente al Tottenham de Mourinho: “Vamos a casa del que probablemente sea el mejor equipo de Inglaterra y será difícil, pero es una oportunidad para transformar esas dudas en certezas. Si ganamos en el Etihad nos iremos con algo más que un buen resultado”, aseguró el entrenador de un United que tuvo un día menos de descanso para preparar el derbi: “Estamos preparados”, dijo el noruego.
Pogba, sin embargo, no llega a tiempo para la cita. El francés sigue su puesta a punto aunque los plazos de su recuperación se han alargado: “Esperamos que regrese antes de que acabe 2019”, matizó Solskjaer. El United, crecido ante equipos como el Chelsea, el Leicester o el Tottenham, quiere mantener esa racha ante el City en su cancha: “La Premier está muy ajustada”, subrayó su entrenador, que se aferra al gran momento de Rashford para asaltar el Etihad.
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