Solskjaer y Guardiola quieren estar en Wembley

No hay brindis tan tempranero en Inglaterra como el de la Copa de la Liga. Se dirime el campeón a principios de marzo y solo quedan cuatro pretendientes, dos de ellos de Manchester. Solskjaer y Guardiola se citan en otro derbi, esta vez con doble asalto: el primero en Old Trafford, el segundo en el Etihad. Un cruce en el que hay en juego el billete a la final de Wembley, desembocadura de muchos de los éxitos del catalán, no solo de ahora sino también de su etapa en el Barça.

El City se desplaza al barrio de su vecino con necesidad de encontrar réplica al triunfo del United de hace unas semanas en la Premier. Pep, sin embargo, no atiende a revanchas: “Es bonito estar en semifinales de esta competición aunque no me planteé ganar siempre el derbi cuando llegué a Manchester. Son un gran equipo”, subrayó el catalán en la antesala de un encuentro en el que no hubo pistas. Ambos se guardan sus cartas pero se espera que estén casi todos los protagonistas.

Se da la circunstancia de que el City juega mejor en Old Trafford y el United en el Etihad, al menos si se mira a la estadística: “No tengo ninguna teoría”, aseguró Guardiola, elogiado por un Solskjaer que valoró que su rival escaló varios niveles desde la llegada del de Santpedor. Hubo reciprocidad en ese aspecto porque el halago tuvo respuesta: “Tengo la sensación de que el United empieza a jugar como quiere Solskjaer. Es un tipo inteligente que sabe interpretar qué necesita su equipo”.

Siempre señalado en rojo en el calendario, el derbi es especial sin importar el marco ni el torneo, por mucho que la Copa de la Liga sea el más residual de todos. Ambos clubes han acordado que se limitará la asistencia de público rival a 3.000 aficionados para evitar que se produzca cualquier tipo de altercado, además de evitar que se mezclen las aficiones tanto en Old Trafford como en el Etihad en unas semifinales en las que el orgullo vuelve a estar en juego en Manchester.