La Real coge aire con la solución que tiene para remediar su desvanecimiento. Se llama Mikel, de apellido Oyarzabal, y se presenta en los prolegómenos del derbi con la vitola de salvador. Ha vuelto del respiro navideño tal y como se fue, entrenando al mismo ritmo que sus compañeros, y con un matiz decisivo: en esta ocasión sí jugará para rescatar a su equipo.
El regreso del buque insignia a la alineación cada minuto alberga menos dudas a medida que se acerca la hora de la verdad. Oyarzabal se ejercitó sin ningún tipo de problemas en el retorno del grupo a Zubieta del sábado y ayer domingo repitió. De hecho, acumula unos cuantos entrenamientos trabajando con normalidad.
Oyarzabal se quedó fuera de la convocatoria contra el Atlético de Madrid por decisión técnica. Antes de la visita del líder a Anoeta se había unido al trabajo con el grupo. A última hora prefirió, en consenso con Imanol
Alguacil, reservar sus fuerzas un partido más con el objetivo de que su vuelta estuviera marcada por la plenitud de condiciones. Los tres días de descanso en Navidad le han favorecido.
Los plazos se han ido cumpliendo. Trascurridos 25 días desde que Oyarzabal se lesionó, el pasado 3 de diciembre contra el Rijeka, la Real se apoya en el buque insignia que abandera su escudo para reaccionar en un partido de calado como el derbi contra el Athletic. Se trata de un argumento de quilates en una persecución de urgencia: la primera victoria del mes llegaría el último día. De diciembre y de 2020.
La Real recupera al artillero
La ausencia de Mikel
Oyarzabal ha sido perniciosa. La Real ha sido incapaz de ganar un solo partido en ausencia del canterano. Se ha tenido que buscar la vida sin su capitán en seis ocasiones. Tres terminaron con empate (contra Alavés, Eibar y Nápoles) y otras tantas en derrota (en los campos del Levante, Barcelona, y en casa ante el Atlético de Madrid). El único éxito con la baja del eibarrés fue clasificarse para dieciseisavos de final de la Europa League con el agónico empate de Nápoles.
La mejor Real de la temporada voló con Oyarzabal surcando el frente de ataque. El estandarte de la escuadra txuri urdin había disputado 16 encuentros entre la Liga y la Europa League hasta que se lesionó. La Real logró nueve victorias en un intervalo extraordinario y sólo perdió dos veces.
En términos clasificatorios, la diferencia entre contar con Oyarzabal y prescindir de sus servicios también es notoria. La Real dejó de ser líder de la Liga la primera jornada en que faltó el ‘10’. Como consecuencia de no pasar del empate contra el Alavés. En el siguiente compromiso recuperó la primera plaza por sumar un punto ante el Eibar y porque el Atlético de Madrid perdió en su derbi con el Real Madrid. Poco duró el asalto, ya que desde entonces los de Imanol han perdido tres partidos seguidos y han caído al tercer puesto.
La Real también recupera gol para el derbi del jueves (14.00 horas). Vuelve nada menos que el máximo artillero de la temporada en las filas txuri urdin. Un Oyarzabal que marcaba un imponente ritmo anotador con sus siete dianas previas a romperse. La delantera ha perdido puntería por el camino.
En los seis partidos sin el concurso del guipuzcoano, la Real ha marcado un máximo de un gol en 90 minutos. El anotado por Barrenetxea al Eibar sirvió para puntuar y el de Willian
José en Nápoles fue festejado por su significado: seguir vivos en Europa. El brasileño también le hizo un gol al Barcelona, pero fue estéril, lo mismo que el sumado por Isak en el estadio del Levante. Los siete que logró Oyarzabal fueron sinónimo de victoria, salvo uno, ante el Villarreal, que se tradujo en una igualada (1-1).
La papeleta de suplirle
Martin
Merquelanz, Portu y Ander
Barrenetxea han sido los sustitutos de Oyarzabal en las inmediaciones de la banda izquierda del ataque. El irundarra y el donostiarra han creado peligro, pero a sus apariciones les ha faltado poso; el murciano se agobia en un costado que coarta su libertad. En el derbi vuelve el dueño de la zona para rescatar a la Real
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