Sólo fue una zapatilla rota, pero no iba en un pie cualquiera. La gran estrella del baloncesto universitario de EEUU, Zion Williamson, sufrió una lesión en su rodilla tras una espectacular rotura de la suela de su zapatilla derecha, lo que puso este jueves a Nike contra la cuerdas en Wall Street.
¿Son fiables o no las zapatillas de baloncesto de Nike? Eso se debió preguntar el jugador de la Universidad de Duke, pendiente de dar el salto a la NBA el año que viene, tras tener que dejar el importante partido contra Carolina del Norte, celebrado la noche de este miércoles, cuando sólo llevaba 33 segundos en pista.
Tenía como testigo nada menos que al expresidente Barack Obama, al que en unas imágenes publicadas por Twitter se le pudo apreciar diciendo, sentado tras el entrenador y señalando a la zapatilla,: “¡Está rota!”.
Williamson es un estudiante de primer año y solo tiene 18 años, pero muchos le auguraban ser el número 1 del draft de la NBA este año, con un promedio anotador de casi 22 puntos por partido.
Su envergadura y técnica lleva a los expertos a compararlo con LeBron James, una cuestión ahora en entredicho puesto que los expertos dicen que hay que ver cómo evoluciona de la lesión y si se pierde muchos partidos, lo que podría hacerle bajar en el “draft” y perjudicarle en su primer contrato profesional.
Al día siguiente, los inversores de la Bolsa de Nueva York se debieron preguntar algo similar a Williamson: ¿Debemos invertir en una empresa cuyos productos pueden no ser seguros?
Nike, que empezó la jornada bursátil perdiendo el 2 % en el pre-mercado de acciones, logró posteriormente contener solo en parte la polémica y acabó la jornada bursátil dejándose un 1,05 % en el Dow Jones, uno de los peores resultados de las cotizadas en una sesión, la de hoy, en general pesimista.
Los analistas de Wall Street han relacionado el mal paso de Williamson y la rotura de su zapatilla con la pérdida en bolsa de Nike, algo que bien puede ser así en un país que lo monetariza todo, hasta el tropiezo de un chico de 18 años en una pista de baloncesto universitario.
Por ejemplo, con los datos en la mano de los contratos de los jugadores del “draft” de la NBA del año pasado, Williamson podría perder 8 millones de dólares si ahora cayese del número uno al tres, ya que en 2018 el líder del “draft” firmó por 40 millones de dólares y el número tres por 32 millones. El jugador de Duke justo tiene una póliza de seguro por ese valor en caso de lesión grave.
Los contratos de la selección del “draft” de la NBA están preconfigurados y se escalan de manera que cuanto más abajo está el jugador, menos dinero gana.
¿Demandará entonces Williamson a Nike? se preguntaba este jueves la prensa estadounidense, en un país muy proclive a llevar a los juzgados cualquier perjuicio, un extremo que algunos le desaconsejan por la pérdida de contratos de marcas que podría sufrir si lo hace.
Al final es probable que todo quede en un susto y en un simple esguince de rodilla, pero Nike hoy pasó un mal trago en el parqué neoyorquino, además de sufrir una tormenta de críticas en las redes sociales. Todo por un mal paso.
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