TOKIO— La sudafricana Tatjana Schoenmaker fue la estrella de la jornada al imponer el viernes el primer récord mundial individual en la natación de Tokio 2020.
No fue la única que brilló. Evgeny Rylov completó el doblete en estilo dorso, Emma McKeon le dio a Australia otra presea de oro, y China regresó al escalón más alto del podio.
En tanto, por primera vez en la justa, los estadounidenses pasaron toda la sesión viendo a otros colgarse los oros.
Schoenmaker, la sudafricana de 24 años, ganó los 200 metros estilo pecho con un tiempo de 2 minutos 18,95 segundos, superando el récord anterior de 2:19,11 que impuso la danesa Rikke Moller Pedersen en los campeonatos mundiales de 2013 en Barcelona.
Fue el tercer récord mundial que cae en el Centro Acuático de Tokio, pero los dos previos fueron en relevos femeniles.
Tatjana Schoenmaker logró la proeza de superar el hasta ahora imposible 2’19” y sus competidoras, pese a ser rivales, lo celebraron con ella.
“No lo esperaba en lo absoluto”, reconoció Schoenmaker, quien también ganó la plata en los 100 metros estilo pecho. “No pudo ser una mejor competencia. Aún no lo asimilo, tal vez algún día”.
El ruso Rylov desmanteló el dominio estadounidense en el dorso, y ahora posee los títulos en los 100 y 200 metros.
Rylov impuso un récord olímpico con 1:53,29, mientras que el estadounidense Ryan Murphy se quedó con la plata con 1:54,15.
Murphy ganó dos oros en Río 2016, donde prolongó la racha de triunfos estadounidenses que comenzó en Atlanta 1996.
El estadounidense no pudo refrendar su Oro de Río 2016 en los 200 metros dorso. Rylov logró récord olímpico y su segunda presea dorada en Tokio.
Estados Unidos ganó 12 eventos de dorso varonil consecutivos a lo largo de seis Juegos Olímpicos, pero la cadena llegó a su fin con la victoria de Rylov en los 100 metros. Duplicó su cosecha en la competencia más largas, mientras que Murphy se conformó con el bronce y la plata en ambos eventos.
El británico Luke Greenback se quedó con el bronce en los 200 metros con 1:54,72.
McKeon ganó los 100 metros libres con un récord olímpico de 51,96, convirtiéndose en apenas la segunda mujer en rebasar la barrera de los 52 segundos en la prueba de velocidad.
La nadadora de Oceanía registró un tiempo de 51 segundos y 96 centésimas y superó el 52.62 de la sueca Sarah Sjostromde en Río 2016.
Siobhan Haughey, de Hong Kong, ganó la plata en 52,27, mientras que la australiana Cate Campbell completó el podio en 52,52.
Las australianas suman cuatro victorias en eventos individuales en el Centro Acuático de Tokio, además de imponer el récord mundial del relevo 4×100, con la participación de McKeon y Campbell.
Estados Unidos completó el podio detrás de Schoenmaker. El equipo australiano tiene seis oros en total, empatado con Estados Unidos, aunque los estadounidenses encabezan el total de medallas.
“No vengo de atrás, eso es un hecho, así que quería salir rápido y ver qué pasaba”, reconoció King. “Creo que lo hice muy bien”.
Un día después de ganar sus primeros dos oros en la natación, China sumó otra victoria cuando Wang Shun llegó primero en el combinado individual de 200 metros.
El “Tritón Chapín” se coló a la Final de 100 metros mariposa, prueba donde es favorito el estadounidense, quien rompió el récord olímpico.
Wang superó al británico Duncan Scott con un tiempo de 1:55,00. Scott se ganó la plata con 1:55,28, mientras que el bronce fue para el suizo Jeremy Desplanches con 1:56,17.
Fue otra decepción para la estrella local Daiya Seto, quien ni siquiera pasó a la final de sus primeros dos eventos. Avanzó en los 200 metros de combinado individual, pero no alcanzó presea al finalizar en cuarto puesto, apenas cinco centésimas de segundo detrás del suizo.
Estados Unidos se colgó otras dos medallas. Lilly King marcó la pauta en los primeros metros y se conformó con la plata en 2.19,92, mientras que Annie Lazor se colgó el bronce con un crono de 2:20,84.
En tanto, Caeleb Dressel impuso un nuevo récord olímpico en las semifinales de los 100 metros mariposa.
Minutos antes, el húngaro Kristof Milak había conseguido el récord en la primera semifinal, pero Dressel lo rebasó con 49,71 segundos en la segunda semifinal.
“Me siento bien”, admitió Dressel. “No me preocupa el horario. Lo he tenido anotado por dos semanas. Sé lo que viene. Sé como administrarlo. Sé cómo cuidar de mi cuerpo”.
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