Sostenible, circular y comprometida: así será la conducción del futuro inmediato


En la lista de buenos propósitos y deseos que nos marcamos anualmente, muy por encima de apuntarse al gimnasio o empezar a comer sano, este año destaca uno un poco más realista y urgente: ser más responsables con el medio ambiente. Según el informe anual One Green Step –realizado a partir de encuestas a más de 29.000 personas entre 6 y 60 años–, el 84% se ha propuesto ser más sostenible en 2022. Que lo logremos no es solo una responsabilidad individual, en cada decisión que tomamos, desde elegir un jersey a cambiar de coche, hay muchos agentes involucrados.

Bajo esa filosofía nació Reimagine, la estrategia mundial que ha desarrollado Jaguar Land Rover para acercar la conducción de lujo a prácticas más responsables con el medio ambiente. Una hoja de ruta en la que se han propuesto reducir a cero las emisiones de carbono, tanto en sus vehículos como en la cadena de suministro, operaciones y fabricación de cara a 2039. La firma ha elaborado un decálogo de buenas prácticas e intenciones para convertir la industria del motor en una aliada para el planeta y acercarnos la conducción del futuro.

La cadena de montaje será sostenible, o no será

Hemos abusado tanto de términos como ‘sostenible’, que se ha ido convirtiendo en una categoría un tanto difusa. Jaguar Land Rover propone profundizar en el concepto, revisar toda la cadena de valor que hay detrás de un coche ‘eco’: los materiales, los componentes, el impacto a la hora de fabricarlos. La firma evalúa cada una de sus actividades en base al Protocolo de Gases de Efecto Invernadero y el programa Gold Standard, lo que les ha permitido reducir un 72% del CO2 desde 2007; además, la energía empleada en la fábrica es electricidad 100% renovable procedente de Reino Unido, Eslovaquia, Brasil y Austria.

Las tres ‘R’: reciclar, reducir, reutilizar

La carrera hacia la sostenibilidad requiere nuevas prácticas y formas de producir. Jaguar Land Rover ha invertido en investigación, desarrollando vehículos y motores más ligeros, sustituyendo o transformando materiales como el aluminio y el acero, por nuevos compuestos más eficientes y menos contaminantes. Del mismo modo que la industria de la moda ha incorporado técnicas como ‘upcycling’ o ‘circularidad’ a su vocabulario habitual, reduciendo su huella de carbono y el derroche energético; Jaguar ha seguido esa filosofía de hacer más con menos, logrando reducir en un 70% el consumo de agua y los residuos, en un 54%. El ejemplo más claro lo encontramos en las baterías de sus vehículos eléctricos, con segundas y terceras vidas, eliminando activamente hasta la fecha más de 14 millones de artículos de plástico de un solo uso.

Materiality: el nuevo lujo

Poliamida reciclada, fibras Tencel, algodón Better Cotton, tejidos de efecto piel… las etiquetas de nuestra ropa confirman la popularidad de los materiales reciclados. El equipo de diseño de Jaguar Land Rover ha conseguido aunar esta tendencia sin perder la experiencia del lujo y la exclusividad. La firma ha elaborado su propio nailon premium, ECONYL®, a partir de sus propios residuos y de desechos procedentes del mar –así reducen en un 90% las emisiones en comparación con las del material procedente del petróleo–. Una forma más de poner la innovación al servicio de la naturaleza, perfecto para proteger y limpiar los ecosistemas.

A partir de redes de pesca y residuos marítimos se elabora ECONYL®.

Este tejido forma parte del apartado de Materiality de la firma, una serie de tejidos alternativos al cuero convencional, elaborados en base a siete atributos: circularidad, ligereza y prestaciones, procedencia, respeto al medioambiente, responsabilidad y salud y bienestar. Aunando métodos innovadores y técnicas tradicionales, sus interiores de lujo están hechos con una mezcla de lana Kvadrat de primera calidad, con un textil vegetal elaborado con fibras de eucalipto o con su famoso ECONYL®. Al gusto del conductor.

No es una firma, es una comunidad

Frente a la idea de cargar al consumidor con la responsabilidad de informarse y de consumir éticamente, la filosofía de Jaguar Land Rover se basa en dos ideas: promover el conocimiento – compartiendo prácticas en tecnología de próxima generación, liderazgo en desarrollo de datos y software–, y mejorar la vida de las personas. En estos años han llevado a cabo iniciativas como el programa de Responsabilidad Social Corporativa, con el que realizan proyectos de mejora al medio ambiente, humanitarios, de sanidad, de apoyo y promoción del talento y fomento y del desarrollo de la educación; o colaboraciones con asociaciones benéficas como LifeStraw, en campañas como Carbon for Water, con la que consiguieron reducir las emisiones de carbono y proporcionar agua potable a más de 1,9 millones de personas. Porque ya no solo se trata de conducir, sino de mejorar el mundo por el que circulamos.


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