Cuatro años después de regresar a la élite, el Stade de Reims está plenamente consolidado en la Ligue 1. A falta de tres jornadas para acabar la temporada, el cuadro de Òscar Garcia ha confirmado su permanencia sin pasar apuros, acomodado en la zona media de la clasificación. Una temporada con aroma a éxito, aunque el entrenador de Sabadell no se conforma: el reto pasa por mantener el nivel a medio plazo.
La salvación tiene más mérito aún si se repara en la circunstancia que es el equipo más joven de la liga, y el tercero de las cinco grandes ligas por detrás del Spezia en Italia y el Sttutgart en Alemania. En el Stade de Reims han debutado esta temporada Koeberle (17), Locko (19), Kebbal (23), Adeline (18), Diakité (18), Doumbia (19), Mbow (21) y Koffi (19), ocho canteranos a quienes Òscar Garcia les ha dado una primera oportunidad.
La gran revelación en el Stade de Reims tiene nombre propio: Hugo Ekitike. Una grata sorpresa. El espigado ariete francés ha dado un impulso importante a un equipo en el que ha marcado nueve goles en liga: “El año pasado estuvo cedido en Dinamarca y este año regresó para ser el tercero o el cuarto delantero pero nos dimos cuenta que es un jugador que nos puede dar mucho”, reflexionó su entrenador en una entrevista en MD.
Su rendimiento no ha pasado inadvertido en la escena internacional. Clubes como el Newcastle, el nuevo rico en Europa, el Chelsea, el Dortmund, el Real Madrid o el Liverpool han monitoreado desde hace tiempo a un futbolista con mucho potencial, llamado a dar el salto tarde o temprano. El Stade de Reims lo sabe, consciente de que no puede planificar a largo plazo en un club vendedor. Esta temporada, en todo caso, hace un buen balance del trabajo hecho.