Stampa acusa a la Fiscalía General de dilatar la investigación contra él para dejarle fuera de Anticorrupción

El fiscal Ignacio Stampa llega a la Audiencia Nacional en Madrid en 2020.
El fiscal Ignacio Stampa llega a la Audiencia Nacional en Madrid en 2020.Andrea Comas

El choque entre el fiscal Ignacio Stampa y la Fiscalía General del Estado se recrudece después de que la Inspección General haya cerrado la investigación interna contra él por supuestamente filtrar a Podemos información del caso Dina. Stampa ha enviado una carta a la Asociación de Fiscales en la que acusa a la Fiscalía General de dilatar la investigación penal para perjudicarle. El departamento de Dolores Delgado lo niega.

El fiscal Stampa, a quien el Consejo Fiscal rechazó adjudicar en octubre la plaza que ocupaba en comisión de servicio en Anticorrupción —lo que supuso su salida también del caso Villarejo—, ha decidido dar la batalla contra la Fiscalía General del Estado una vez que la Inspección ha cerrado la investigación interna que mantenía abierta contra él. A Stampa lo ha investigado tanto la Fiscalía de Madrid como la Inspección General por supuestamente filtrar información a Podemos sobre el caso Dina. En él se investiga el robo del móvil a Dina Bousselham, antigua asistente de Pablo Iglesias, y cuyo contenido acabó publicado en varios medios. Sin embargo, ambas actuaciones se han cerrado sin que se hayan encontrado indicios de ese supuesto traspaso de información.

Tras estos dos archivos, Stampa, que hasta ahora había guardado silencio, ha enviado una carta a la Asociación de Fiscales, la mayoritaria en la carrera y a la que él perteneció hasta hace uso meses. En la misiva acusa a la Fiscalía General del Estado de maniobrar en su contra para dejarle fuera de Anticorrupción.

Dolores Delgado

En su carta, Stampa señala directamente a la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, y a su mano derecha, el jefe de la Secretaría Técnica, Álvaro García. Según cuenta el fiscal en su escrito, fue García quien en dos ocasiones rechazó las propuestas de archivo del fiscal superior de Madrid sobre la investigación penal abierta contra él. En la primera ocasión, según Stampa, la Fiscalía General vetó el cierre porque consideraba que había que ordenar nuevas diligencias. Pero en la segunda, siempre según el fiscal, se denegó el archivo “sin motivo alguno”.

El departamento que dirige Dolores Delgado no hace valoraciones sobre el escrito de Stampa. Fuentes cercanas a la investigación aseguran que los archivos se rechazaron porque quedaban por practicar pruebas relevantes para poder dar por terminada la investigación. Entre otras, la toma de declaración al antiguo abogado de Podemos José Manuel Calvente, que fue quien denunció la supuesta relación entre Stampa y una abogada de Podemos que, supuestamente, estaba en el origen de las filtraciones. Esa declaración, según ha podido confirmar este periódico, se prestó el 21 de octubre, 18 días después de la primera propuesta de archivo.

Dos días después, el fiscal superior de Madrid volvió a proponer el cierre, pero la Fiscalía General, según las fuentes consultadas, advirtió de que no se habían incorporado a la causa algunas actuaciones que constaban en el juzgado que instruye el caso Villarejo y que el ministerio público consideraba necesarias para la investigación contra Stampa. Entre otras, el chat de abogados de Podemos en el que se revelaban las supuestas filtraciones.

Esa segunda propuesta de archivo se produjo el viernes 23 de octubre, cuatro días antes del Consejo Fiscal que supuso la salida de Stampa de Anticorrupción, al no conseguir ninguna de las ocho plazas fijas que se asignaban en esa Fiscalía. No recibió el voto de ninguno de los cuatro vocales de la Unión Progresista de Fiscales, pero tampoco de ninguno de los cinco de la Asociación de Fiscales, a la que entonces pertenecía y a la que dirige la carta. Esta asociación asegura que recibió la misiva el jueves por la tarde y no ha tenido tiempo de debatirla en su comisión ejecutiva. Miembros de la misma conocedores de cómo se decidió aquella votación admiten que la “polémica” en torno a Stampa influyó en la decisión, pero aseguran que la investigación abierta no fue “determinante”.


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