Todo apuntaba a que en una pista demasiado resbaladiza y con la complicación extra de la lluvia, en la clasificación del GP de Turquía de F1, Max Verstappen podía realizar una auténtica exhibición. Desde hace años que se le compara con Senna, y este sábado era uno de esos días en los que demostrar que los que así lo afirman no andan equivocados. Parecía dejarlo claro a todos con la goma de lluvia en su primer intento de Q3. Estaba destinado a ser el hombre del día después de dominar todas las sesiones anteriores en un asfalto muy delicado, sin casi agarre. No tenía rival. Le sacaba 4.1 segundos a su compañero, igual que a Bottas, y 4.9 a Hamilton. Estaba dando un recital. Pero cuando el neerlandés parecía tenerlo todo atado, aparecieron los Racing Point. Primero el de Checo Pérez, que con el intermedio puso contra las cuerdas a un Max que finalmente pudo superar al mexicano. Pero lo que no esperaba el neerlandés es que Lance Stroll se colara en su fiesta ‘in extremis’ con la goma intermedia. En medio de una auténtica locura, el piloto canadiense de 22 años dio un golpe sobre la mesa para hacerse con su primera pole, callando a todos aquellos que siguen creyendo que está en la Fórmula 1 solo por los millones de papá.
Es cierto, Lance tuvo la oportunidad de tener un hueco en la F1 muy pronto gracias al dinero y de mantenerlo por sus billetes. También de realizar más test que nadie. Eso es un hecho, pero eso no debe servir para esconder que tiene el potencial para estar ahí, algo que muchos deberíamos empezar a reconocer. Es mucho menos constante que Pérez y mucho menos piloto que el mexicano, eso está más que claro, pero esta temporada ya logró un meritorio podio en Monza para poner el broche de oro a su buena primera mitad de curso. Y tras 5 carreras sin resultados (positivo por Covid-19 en Alemania incluido), el piloto de 22 años logró la primera pole de su vida, otro mensaje más a todos los que siguen asociándole solo al signo del dólar.
Es cierto que por justicia poética, Pérez merecía esa pole. Está sin equipo de cara al año que viene y Red Bull parece que prefiere a Hülkenberg para sustituir a Albon para 2021. La primera plaza de la parrilla podía haber incluso hacerle soñar con quedarse. Pero el destino le tenía reservada la gloria a su compañero Lance, que supo aprovechar la facilidad con la que el Racing Point logró calentar las gomas intermedias al final de la sesión, en el momento decisivo.
Hamilton, a por el título saliendo sexto
Cuando las cosas se alejan de lo normal, la Fórmula 1 se llena de incertidumbre y emoción. Es lo que sucedió este sábado, y eso conllevó que los Mercedes desaparecieran del mapa en la lucha por la pole. Si no pasa nada extraño, las dos primeras plazas son casi seguras para ellos. Pero en un asfalto de pocas semanas, sin casi adherencia, en una pista fría y en lluvia, los de la estrella se mostraron débiles.
Lewis Hamilton finalizó sexto, superado por Albon (4º) y Ricciardo (5º). Pero lo que más llama la atención es que el inglés se quedó a 4”795 del crono de un Stroll que lleva un monoplaza muy similar al Mercedes de 2019. Sin duda, este resultado no ayudará a cambiar la opinión de aquellos que piensan que Lewis solo gana porque tiene el mejor coche de la parrilla y a un compañero peor en su equipo. Pero tampoco debe servir para dar fuerza a esta teoría, y es que si su coche no calentaba correctamente las gomas, poco podía hacer Hamilton para obtener un mejor resultado.
Los de Brackley posiblemente sufrieron en este aspecto clave, totalmente determinante para la pelea por la pole, y ello pudo condenar a un Lewis que de todas maneras lo tiene todo de cara para conseguir su séptimo título Mundial de F1 este domingo en Turquía. Su máximo rival, su compañero Valtteri Bottas, solo pudo ser noveno a 5”4 segundos, dejándole en bandeja al de Stevenage la opción de aprovechar su primer ‘match-ball’. No lo afrontará de la forma que le gustaría, pero este domingo puede tratar de buscar una remontada épica para ganar a lo grande en una pista que le planteará un verdadero reto.
Carlos Sainz,a por la remontada
Carlos Sainz arrancará este domingo desde la 13ª posición. El piloto español siempre se marca el objetivo de aprovechar al máximo las circunstancias difíciles para brillar y asomar la cabeza en las primeras plazas. Lo hizo con una tercera posición en la clasificación en mojado del GP de Estiria, y también exhibió su clase en lluvia en la salida de Portimao, liderando la carrera. Pero tras lo ocurrido en Portugal, el madrileño ya avisaba a la prensa española: “No siempre va a suceder. No os penséis que cada vez que se ponga la pista así voy a poder hacer lo que hice en Portimao, pero cuando se presenta, lo intento”. Y en esta ocasión, el madrileño no pudo sacar tajada debido a lo mucho que sufrieron los McLaren para calentar los neumáticos en lluvia, finalizando en la 13ª plaza, entre los dos Ferrari, por delante de su futuro compañero, Leclerc (14º), y por detrás de Vettel (12º).
McLaren intentó arriesgar en la Q2 siendo el único equipo que colocaba intermedios. Lo hacía con sus dos pilotos, pero a falta de 6 minutos ambos tuvieron que poner las gomas de mojado para realizar sus intentos. Ese riesgo excesivo les costó caro puesto que los demás pilotos ya llevaban rodando muchas vueltas con la goma de lluvia, pudiendo conocer mejor los límites de su monoplaza a medida que iba mejorando el asfalto y teniendo más tiempo para colocar los compuestos en mejor temperatura.
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