su exmujer, Lely Céspedes, cuenta el drama con sus hijos

El arresto y posterior ingreso en prisión de Ernesto Neyra era una de las noticias de la semana. El juez le ha impuesto una pena de 90 días entre rejas por el «impago de multa como consecuencia de un delito de impago de pensiones». El bailaor cumple su pena en la cárcel de Huelva y mientras tanto, su exmujer y madre de sus hijos, Lely Céspedes, ha roto su silencio para contarle a España entera el drama que lleva años sufriendo. Las cámaras la han grabado en la estación María Zambrano de Málaga, donde ha sorprendido a todos al asegurar que «me esperaba desde hacía mucho tiempo la detención de Ernesto».

Ernesto Neyra, Lely Céspedes
Ernesto Neyra y Lely Céspedes, durante su luna de miel en Ibiza en el año 2002 / Gtres

Con la maleta llena de cosas que contar, Lely ha viajado hasta Madrid para sentarse por primera vez en un plató de televisión. El elegido ha sido el de ‘Viva la Vida’, donde se ha abierto en canal ante Toñi Moreno para explicar con pelos y señales el auténtico infierno que ha vivido para cuidar a sus hijos sin el sustento económico que Ernesto Neyra debía aportar. La primera pregunta ha sido saber cómo se enteró del arresto de su exmarido: «Me entero como todo el mundo. A la vez que sale en prensa, me escribe mi abogado. No se lo dije a mis hijos por si Ernesto pagaba antes de que se enteraran todos y saliera de la cárcel sin tener que decir nada».

Lely Céspedes ha cuantificado en directo todo el dinero que ha dejado de pagarle el padre de sus hijos: «En un principio el juez puso 2.000 euros de pensión. Acepté 1.200 euros, lo que es 400 por niño. Pero al final paga menos porque me dijo que él quería seguir pagando el seguro medico, pero nunca lo paga. Cuando dejó de pagar, y la cifra llegó a 53.000 euros, entró el juez en juego y la demanda de cárcel (…) Finalmente se llega a un acuerdo, de 1.200 euros pasamos a 500 euros. A 5 euros por día por niño. Y lo que paga en realidad es 30, 50, 200 euros… Y eso poniéndole mensajes cada dos por tres del emoticono de las manitas de por favor, que los niños tenían excursión y no tenía con qué pagarlo».

El drama no se quedó ahí. Lely ha tocado fondo y con lágrimas en los ojos ha corroborado la versión de una amiga suya que aseguraba haberla visto en mercadillos vendiendo artículos para poder sacar dinero y así alimentar a sus hijos: «Sí, me levantaba a las 6 de la mañana, llenaba el coche con todo lo que podía, me iba una hora de camino, ponía una manta… y así lo hacía», ha confirmado. Lely cuenta su historia mientras Neyra espera impaciente su cuenta atrás hacia la libertad.

 




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