Take Kubo se marchó a la concentración de Japón con un pequeño problema en el hombro que le obligó a jugar lastrado en Sevilla con la Real y le obligó a perderse los anteriores partidos, pero todo lo que le había sucedido antes había sido muy grato. Cuatro asistencias y dos goles en 17 partidos adornaron unos primeros pasos excelentes como jugador de la Real, en los que además estableció una formidable química nórdico-japonesa con Sorloth que el propio nipón denominó la ‘Connection’.
Kubo, por lo tanto, ha sabido darle un nuevo impulso en Anoeta a una carrera adormecida, en vía muerta en las cesiones anteriores. Y eso se refleja en su valor de mercado. ‘Transfermarkt’ tasa en este momento al delantero de la Real en 12 millones de euros, que son 4,5 más de lo que estaba valorado cuando en agosto adquirió sus derechos.
Entonces, al futbolista de Kawasaki adjudicaban un valor de mercado de 7,5 millones de euros, aunque la Real sólo hubo de abonar 6,5 al Real Madrid para hacerse con sus servicios tras una negociación que quizá se alargó algo más de lo esperado.
Y es que el Madrid no estaba dispuesto a desprenderse del todo de su poder de decisión en torno a Kubo. Y al final lo único que consiguió rascar es el 50% de la plusvalía en el caso de un futuro traspaso y un derecho de tanteo si llegan ofertas por él. En Anoeta están obligados a informar al Madrid de cualquier propuesta que llegue por el japonés, por si quieren igualarla.
Kubo, en todo caso, quiere quedarse y triunfar en la Real, con la que tiene contrato hasta 2027 y una cláusula de rescisión de 60 millones.
El atacante no sólo ha cautivado a la parroquia de la Real por su fútbol vertical y su movilidad, sino también por una manera de hablar directa y clara