El triunfo logrado por el
Atlético de Madrid
ante el Villarreal, el pasado domingo en La Cerámica, dejó un carro de noticias buenas para el equipo colchonero. Para empezar se volvió a ganar, después de cuatro partidos sin hacerlo.
Especialmente importante ante el acoso de Real Madrid y FC Barcelona en este punto de la temporada, máxime en vísperas del derbi del próximo domingo ante el cuadro blanco. Luego, se dejó la portería a cero después de ocho partidos sin hacerlo, que el equipo lo necesitaba.
Y qué decir del golazo y el buen partido de Joao Félix
, recuperado algo para la causa en un momento clave del curso. Entre las pocas cosas que dejaron un regusto amargo fue el hecho de que el máximo goleador del equipo, que en este caso es Luis Suárez, no lograse encontrar puerta una vez más.
Son 16 los goles que lleva el uruguayo en este momento, en 26 partidos. Sin embargo, ahora mismo vive su peor situación desde que firmase por el equipo colchonero. No ve puerta desde el partido ante el Celta de Vigo, el pasado 8 de febrero.
Han pasado 475 minutos desde entonces sin ver puerta. No logró marcar ante Granada, los dos partidos frente al Levante; la cita del Chelsea en Champions y el partido del pasado fin de semana, contra el Villarreal.
¿Qué ha sucedido? Ha dejado de tener oportunidades. Pues realmente no. Sigue muy cerca de las posiciones en las que antes de esta racha anotó sin problemas, pero es cierto que dispara menos entre los tres palos. En estos últimos cinco partidos sin marcar ha sumado 15 remates, tres de ellos a portería (uno al palo, la falta que lanzó ante el Levante). La media de remates es de tres por partido a pesar de que en los dos últimos, Chelsea y Villarreal, sólo remató en una ocasión. Eso en el citado tramo, porque en el global de la temporada, su media es de casi tres remates por partido (lo mismo que en esta sequía), pero es verdad que tiene una media en la temporada de 1,2 remates a portería por partido. Cuando en los últimos cinco partidos se ha reducido a la mitad, 0,6 de media. Sólo disparó a puerta ante Granada, Levante y Villarreal.
Si el Atlético quiere llevarse el triunfo, buena parte de sus opciones pasarán por el hecho de que el uruguayo se reencuentre con el gol.
UNA VÍCTIMA CON LA QUE SE ENSEÑA
Luis
Suárez se motiva de una forma extra ante el Real Madrid. Le tiene especial recelo al equipo blanco por algo que sucedió hace ya bastantes años. Hay que remontarse a 2014 cuando el uruguayo era el delantero de moda en Europa. Venía de triunfar en el Liverpool e hizo un grandísimo Mundial. Con un gran borrón, aquel mordisco a Chiellini que le valió una severa sanción de la FIFA.
Entonces, el jugador estuvo en una guerra entre el FC Barcelona y el Real Madrid para ficharle. El club blanco estaba muy interesado en él, como también el catalán. Pero tras lo sucedido con el defensa italiano y las críticas que le llovieron al delantero, se desmarcó y lo hizo dejando al jugador al pie de los caballos, hablando de que no se comportaba conforme a los supuestos valores que rigen el club blanco y demás palabrería.
Al sudamericano no le sentó bien. No ya el hecho de que el Real
Madrid se descolgara, sino que lo hiciese enfangando su nombre por un error que cometió y por el que pagó sobradamente. Durante los años siguientes se tomaría la revancha, haciendo del conjunto blanco a uno de sus rivales preferidos. Sólo le ha marcado más, en su carrera, a Valencia (13), Norwich (12) y Eibar (12).
El Real Madrid es uno de los rivales a los que le ha hecho 11 goles junto a a Betis, Willem
II y Sevilla. Nada menos que 11 dianas en 17 partidos, con un balance de siete victorias, cuatro empates y seis derrotas
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