MIAMI, Florida – Como sucede cada año, con la llegada del mayor evento deportivo de Estados Unidos, la disputa del Super Bowl del Fútbol Americano (NFL), también se presentan nuevos protagonistas como serán el mariscal de campo Patrick Mahomes, de los Kansas City Chiefs, y el corredor Raheem Mostert, de los San Francisco 49ers.
Junto a ellos dos equipos muy equilibrados y parejos que dan al Super Bowl LIV el atractivo de ser uno de los más nivelados de los últimos años, y precisamente será el brazo de Mahomes, o las piernas de Mostert, los que puedan inclinar la balanza en favor del que al final se lleve el trofeo Vince Lombardi.
De un Super Bowl, que este año tiene el mayor toque hispano que se recuerda en el espectáculo del medio tiempo con la presencia de las cantantes, la colombiana Shakira, y la estadounidense de origen boricua Jennifer López.
Mientras que en las casas de apuestas, los Chiefs siguen al frente como favoritos, aunque las diferencias son mínimas, y en el mundo de las ilegales el negocio puede superar los $7,000 millones, en un duelo original entre equipos que nunca se habían enfrentado en un Super Bowl.
Ambos también llegan sin ningún tipo de lesión importante en sus plantillas, algo que los entrenadores en jefes, el veterano And Reid, de los Chiefs, y el joven Kyle Shanahan, de los 49ers, agradecen.
“Es muy importante que podamos contar con todos los jugadores para el gran partido, además de haber podido trabajar bien en los entrenamientos”, comentó Reid, de 61 años, en su ultima presentación ante los periodistas. “Estamos listos para el gran partido y esperamos ser el mejor equipo sobre el campo”.
Shanahan, de 40 años, está a las puertas de un triunfo más y completar la historia de haber sido junto a su padre Mike los únicos que han llegado al Super Bowl como entrenadores en jefes, y de ganar los 49ers también los que lograron el título de campeones.
“No es el momento de preocuparse de la historia, no me sirve, quiero el triunfo para mis jugadores y el equipo”, declaró Shanahan. “Lo único que importa el domingo para los 49ers es vencer a los Chiefs en el terreno del Hard Rock Stadium de Miami y llevarnos a San Francisco el sexto trofeo Vince Lombardi”.
Sin embargo, también es consciente que el triunfo le permitiría dejar de ser el hijo del entrenador en jefe que ganó dos títulos de Super Bowl y convertirse por sus méritos propios también en campeón, que le de validación a su propia carrera profesional.
De esta manera, el Super Bowl LIV también se presenta como uno de los que se esperan más competitivos de los últimos años, en el que todo puede ocurrir.
Los Chiefs buscarán su primer título de campeones desde 1970, cuando ganaron el Super Bowl en el enfrentamiento final de la AFL-NFL ante los Vikings de Minnesota.
El llamado “gran partido” se llevará a cabo en Miami, este domingo, cuando los Chiefs, campeones de la Conferencia Americana (AFC), y los 49ers, dueños de la Nacional (NFC), se enfrenten por el trofeo Vince Lombardi.
Esta vez ambos protagonizaran uno de los Super Bowls más competitivos de los últimos años.
Los Chiefs buscarán en su tercer Super Bowl, el primer título de campeones desde 1970, cuando ganaron el Super Bowl IV en el enfrentamiento final de la AFL-NFL, el único título que poseen.
La fusión completa tuvo lugar la próxima temporada, y Kansas City no ha vuelto al Super Bowl para el cual su fundador, Lamar Hunt, proporcionó el nombre.
Reid, cuyo currículum como entrenador en jefe de la NFL se remonta a 1999 en Filadelfia, con los Eagles, tiene un anillo de Super Bowl como entrenador asistente con los Packers de Green Bay, pero su marca es de 0-1 en Super Bowl de máximo responsable.
Nada de eso le preocupa a Reid sino que su defensa, su punto más débil en la temporada pueda hacer frente a la ofensiva terrestre de los 49ers que va a encabezar Mostert, quien en el partido por el título de la Conferencia Nacional (NFC), corrió para 220 yardas y cuatro touchdowns.
A Moster se le une el ala cerrada George Kittle, que puede ser igual o incluso más capaz de ser el jugador clave de su equipo.
Los 49ers unen a su arsenal al veterano Emmanuel Sanders, un novato, capaz de marcar la diferencia.
Luego, la clave estará en el prodigioso brazo de Mahomes, que puede hacer todo tipo de pases y un gran poder de piernas que también le hacen un corredor peligroso.
“Estamos listos para el gran reto, sin importar quién acabe como protagonista”, declaró Mahomes. “El partido nos ira diciendo cómo debemos hacer mejor las cosas para superar al rival y ganar, que es nuestro gran objetivo”.
Por su parte, los 49ers buscan su sexto trofeo Vince Lombardi, que igualaría el récord de los Steelers de Pittsburgh y de los Patriots de Nueva Inglaterra.
Los 49ers también quieren ser sólo el segundo equipo en pasar de marca de 4-12 la temporada anterior a la gran final de la NFL, que en el 2019 celebró su temporada número 100.
Mostert, que busca su propia reivindicación profesional después de haber sido despedido por siete equipos, es consciente que su aportación por tierra al final puede ser la gran diferencia a favor de los 49ers y asegura que está listo y preparado para el “gran reto”.
Como el gran negocio y especulación que se genera en torno a la celebración del Super Bowl, donde por un anuncio de televisión de 30 segundos se pagará $5.6 millones y el valor promedio de las entradas supera los $7,000.